Luego de una fuerte de los últimos meses, el precio de la soja cayó este viernes un 4,6 por ciento y cerró en 481,26 dólares la tonelada. Fue su mayor retroceso diario desde el 10 de agosto de 2018. No obstante, la oleaginosa se ubica en niveles que son por lo menos 45 por ciento más elevados respecto de abril pasado, un elemento clave para reforzar la balanza comercial argentina. El retroceso se debió a que las lluvias en las principales zonas de cultivo de Sudamérica disiparon las preocupaciones sobre la oferta mundial, eclipsando los sólidos datos semanales de las exportaciones estadounidenses.
El Banco Central vendió 50 millones de dólares de las reservas y terminó con un saldo de intervenciones de 125 millones en la semana. De todas formas el acumulado de operaciones en enero se mantiene positivo con compras netas cercanas a los 400 millones de dólares. Si se mantiene el ritmo de ingreso de dólares de los últimos dos meses, las reservas podrían recuperar los 40.000 millones de dólares en las próximos semanas. Y la velocidad de incremento podría acelerarse una vez que comience la liquidación de la cosecha gruesa.
El dólar paralelo, por su parte, se mantuvo en 156 pesos y el contado con liquidación marcó un retroceso de 0,1 por ciento para ubicarse en 148,8 pesos. El riesgo país bajó 1,4 por ciento y finalizó en 1421 puntos. En la jornada financiera se destacó el rebote de las acciones de YPF. En la bolsa porteña cerró con una suba de 7,8 por ciento pero llegó a registrar aumentos de casi 9 por ciento durante la jornada. En Nueva York la petrolera cerró con un alza de 8,5 por ciento y llegó a incrementarse más del 11 durante la rueda.
Los bonos soberanos en moneda extranjera registraron un rebote este viernes. Se destacó el avance del 2,2 por ciento del Bonar 2035 con legislación Nueva York y la suba del 1,3 por ciento del 2030 bajo la misma ley. Las paridades de los títulos públicos sin embargo continúan muy castigadas en el mercado y cotizan debajo del 40 por ciento.
La interpretación de distintos operadores del mercado es que los inversores esperan al acuerdo de renegociación de la deuda con el Fondo Monetario y al cierre de las reestructuraciones provinciales para volver a tener participación en títulos argentinos.