Después del anuncio por parte del jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de que las clases comenzarán en CABA a mediados de febrero y que serán presenciales para todos los niveles educativos, los docentes de UTE-CTERA adelantaron que harán un cese de tareas en tanto las condiciones sanitarias no estén dadas para el regreso a la presencialidad.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ratificó que el 17 de febrero será la fecha en la que, finalmente, se reanudará el ciclo lectivo con las chicas y chicos de los primeros grados y años de cada nivel, para extenderlo la semana siguiente a toda la comunidad educativa. La decisión fue tomada pese a que los sindicatos de maestros vienen insistiendo en que la infraestructura escolar y la situación epidemiológica de CABA no permiten el regreso a la actividad presencial en las aulas.
“Si quieren empezar las clases el 17 de febrero, vamos a hacer retención de servicios. No vamos a concurrir al lugar de trabajo”, dijo Angélica Graciano, la secretaria general del principal sindicato docente en la Ciudad, la Unión de Trabajadores de la Educación (Ctera).
La dirigente gremial planteó que, si bien en diciembre del año pasado se podía vislumbrar un panorama más alentador respecto al regreso a las aulas, el rebrote de casos --con un semáforo epidemiológico que se encuentra en rojo desde hace varias semanas en el territorio porteño-- no permite la apertura educativa a la presencialidad. “Mantener una fecha a como dé lugar denota que no tienen un interés en la educación pública”, advirtió a El Destape Radio.
Además, Graciano pidió que el regreso a las aulas esté signado por la campaña de vacunación de los docentes. “Si va a haber un plan de vacunas, adaptemos el inicio de clases a la vacunación. Primero se partidizó la vacuna y ahora es la partidización de las escuelas. Es muy arriesgado el planteo que se está haciendo”, señaló.
El anuncio de UTE-Ctera se suma a la amenaza de paro que Ademys lanzó después de la confirmación del inicio de clases formulada por Horacio Rodríguez Larreta. En ese sentido, Jorge Adaro, secretario gremial de Ademys, también aseguró que en CABA no están dadas las condiciones para que los alumnos regresen a las escuelas. “¿Cuál es el motivo para que las autoridades insistan en esto cuando hay un rebrote y no han puesto un solo peso para reacondicionar las aulas?”, se preguntó en diálogo por Radio Continental.
También se refirió a las aulas como “burbujas de hacinamiento”, haciendo referencia a la imposibilidad de mantener la distancia social en salones con 30 estudiantes. La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, dijo que cada aula, con sus alumnos y su docente, funcionará como una burbuja y no tendrá contacto con el resto de la escuela. Pero admitió que los docentes tendrán que desempeñarse en varias aulas, por lo que la burbuja no existirá como tal.
Al respecto también se refirió la ministra de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Teresa García. "Me pareció muy inexacto, de un alto voluntarismo y sin muchas precisiones. Cuando se dice que un docente puede pasar de burbuja en burbuja me parece que no está afinado el protocolo. No hubo precisiones", dijo la funcionaria en diálogo con Radio 10. Y aseguró que "el planteo que tiene la provincia de Buenos Aires es una combinación de presencialidad y virtualidad porque no todas las escuelas son iguales".
La ministra Soledad Acuña salió al cruce de las medidas anunciadas por los sindicatos docentes y aseguró que se les descontará el día a los maestros que no acudan a las aulas el 17 de febrero. "Ellos pueden tomar la medida de fuerza que quieran, pero no están yendo a trabajar. Cuando no van a trabajar, se descuenta el día", disparó. Luego, apuntó en particular contra los dirigentes gremiales: “Nosotros reconocemos el trabajo enorme de todos los docentes y por eso yo diferencio la vocación y la voluntad de todos ellos para la vuelta a la presencialidad de algunas manifestaciones de algunos sindicalistas”.