A pocos días de asumir la presidencia de EEUU, Biden propuso extender el único acuerdo nuclear que existe entre Estados Unidos y Rusia antes de que este caducara el próximo cinco de febrero. El tratado limita el número de ojivas(cabezas) nucleares desplegadas estratégicamente a 1.550 y a 700 sistemas balísticos para cada una de las dos potencias en tierra, mar o aire. Desde Rusia saludaron la propuesta. “Sólo podemos recibir con agrado la voluntad política de prolongar este documento” afirmó Dmitri Peskov, vocero del presidente Vladimir Putin. Peskov aclaró que la renovación dependerá de los “detalles de la propuesta”. En los últimos meses, el presidente ruso se había mostrado a favor de prolongar el tratado por cinco años más, sin embargo, las negociaciones entre los dos países no lograron un acuerdo.
El tratado de reducción de armas estratégicas conocido como New START se extenderá por cinco años más, según informó la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki “el tratado New STAR está dentro de los intereses de seguridad nacional de EEUU. Esta extensión tiene mucho más sentido cuando la relación con Rusia es adversa, como lo es en este momento”.
Según informó el diario The Washington Post, la oferta de extender de acuerdo nuclear no implica qe Estados Unidos será concesivo con Rusia. “Mientras trabajamos con Rusia, también trabajaremos para responsabilizar a Rusia por las acciones temerarias y agresivas que hemos visto en los últimos meses,” dijo un alto funcionario citado por el diario. El matutino estadounidense también informó que Biden le ordenó a Avril Haines, directora de Inteligencia Nacional, que le provea un informe completo sobre las supuestas interferencias de Rusia en las elecciones de 2020, uso de armas químicas contra el opositor Alexei Navalny y las recompensas por soldados norteamericanos en Afganistán.
La decisión del demócrata ya recibió críticas de funcionarios de la administración Trump. Marshall Billingslea, enviado especial para negociaciones nucleares del expresidente republicano dijo en una publicación de Twitter que “espero no sea verdad. Si lo es, demuestra una impresionante falta de habilidades de negociación”. En otra publicación escribió “una mejor forma de abordarlo hubiera sido con una extensión corta de seis meses”. Sin embargo, el "alto funcionario" le dijo al Washington Post que en su momento, Billingslea había intentado negociar una extensión más corta del tratado con el subsecretario de asuntos exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov pero había fracasado y el tratado nuclear estuvo muy cerca de caducar.
El director de la asociación para el control de armas, Daryl Kimball, le dijo a The Washington Post que una extensión directa de cinco años le ayudaría a EEUU recuperar la “credibilidad en los asuntos de control de armas”, mientras que para los funcionarios entrevistados por el diario estadounidense, una renovación del tratado New START puede proporcionar una base para nuevos arreglos de control de armas, incluyendo potencialmente a China. El acuerdo que vence el cinco de febrero conocido como New START fue suscrito inicialmente por los presidentes Barack Obama y Dmitri Medvedev el ocho de abril de 2010 en Praga. El primer acuerdo de este tipo entre EE.UU. y Rusia se llamó START I y fue firmado en 1991.
Asimismo, la propuesta de extensión del tratado entre Estados Unidos y Rusia se da en un contexto nuevo con la aprobación en la ONU del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares que entró en vigor este viernes. “Los sobrevivientes de explosiones y ensayos nucleares ofrecieron testimonios trágicos y fueron la fuerza moral detrás de este tratado. La entrada en vigor del mismo es un tributo a su apoyo permanente”, afirmó el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres en el anuncio oficial del tratado. El tratado alcanzó el aval de 50 Estados cuando finalmente fue ratificado por Honduras en octubre del año pasado, aunque ninguna de las potencias nucleares firmó el tratado de la ONU.
De acuerdo con un informe de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), encuestas en España, Bélgica, Dinamarca, Holanda, Islandia e Italia reportaron que cerca de un 80 por ciento de la población de estos países respalda el tratado que prohíbe las armas nucleares. El último reporte que publicó ICAN en mayo de 2020 evidenció que EEUU estaba a la cabeza en gasto armamentístico nuclear con más de 35 mil millones de dólares de su presupuesto destinado a armas nucleares. En segundo lugar y con un gasto significativamente menor en comparación del país norteamericano, se ubica China con más de 10 mil millones de dólares en armas y nucleares, seguido de Rusia con un gasto de casi nueve mil millones de dólares.