Aumenta el malestar en Canadá y México frente a nuevas demoras en la entrega de las vacunas desarrolladas por la farmacéutica Pfizer-Biontech. La situación obligó a ambos países a alterar sus planes de inmunización. La semana pasada, Pfizer avisó que los envíos de vacunas desde su fábrica de Puurs, en Bélgica, se verían reducidos mientras agranda la planta de producción.
El general Dany Fortin, responsable de la distribución de las vacunas en Canadá, señaló que Pfizer aplazó por completo las entregas previstas para la próxima semana y dijo que habrá una disminución significativa en los suministros en las siguientes tres semanas. El anuncio desató la bronca del gobernador de la provincia más poblada de Canadá.
"Basta. Dennos las vacunas. No me importa lo que estén construyendo, pueden ponerme las excusas que quieran, no me lo trago. Cumplan con las obligaciones del contrato porque hay vidas en peligro", exigió el gobernador de Ontario, Doug Ford, quien también reiteró su pedido al presidente de Estados Unidos, Joe Biden. "Su aliado número uno en el mundo necesita su ayuda en este momento", advirtió.
En América latina, la demora en las entregas provocó la desaceleración del plan de vacunación en México. Según informó el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell Ramírez, la farmacéutica recortó a la mitad los lotes previstos para este mes, lo que retrasará la primera fase de vacunación del personal médico.