El congelamiento de las cuotas para las familias que adquirieron los créditos con la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) vence el 31 de enero. A partir de febrero deberán pagar la cuota normal más un porcentaje del monto que no pagaron de la cuota congelada. El ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, Jorge Ferraresi, anunció que quienes tomaron créditos por menos de 120.000 UVA, alrededor $ 7.800.000, pagarán un aumento del 6% y quienes adquirieron más de 120.000 UVA, un 9%. En Salta se autoconvocaron en la céntrica plaza 9 de Julio anoche para organizarse y apoyar el acampe de hipotecados y prendarios que se realiza en Buenos Aires.
"Estamos preocupados porque el 31 de enero se nos termina el congelamiento. Hace unas semanas se comunicó un funcionario del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat con una hipotecada para comunicar que no tenían ninguna solución para darnos. Sentimos que nos soltaron la mano desde el gobierno nacional", sostuvo Mara García, referenta de las familias hipotecadas de Salta.
Indicó que en Salta seguirán movilizándose y pedirán ayuda a legisladores nacionales que pueden trasladar su situación al Congreso. "Desde febrero vamos a pagar la cuota real, y se va a sumar el porcentaje de cuota del plan de convergencia. Éste consiste en ir devolviendo en 18 cuotas la diferencia de la cuota congelada que no pagamos", explicó.
García advirtió que "ya hay familias que no pueden pagar la cuota congelada". A eso se suma que "el 31 de marzo además se supende el diferimiento que consistía en pasar las cuotas que no se pueden pagar al final del préstamo. También vence la suspensión de remates y ejecuciones de las casas". Las familias hipotecadas piden una prórroga de estas medidas, advirtiendo que corren el riesgo de ir a parar a la calle.
García destacó que durante la pandemia muchos hipotecados quedaron sin trabajo, con poco o ningún ingreso, e insistió en que la situación económica que afrontan no es la misma que cuando les otorgaron el crédito. "Pedimos que se nos reestructure la deuda, el capital aumenta de manera exorbitante. En mi caso, pedí 1.400.000 y hoy debo 2.900.000. No sabemos cuándo vamos a terminar de pagar. La deuda no tiene un tope. Sé que debo pagar la cuota de febrero $22 mil pero no sé cuánto tendré que pagar en los meses siguientes", enumeró.
La referenta y vocera afirmó que por estas razones las familias hipotecadas están "en pie de lucha". "Vamos a pelearla hasta que alguien nos escuche", enfatizó. Y pidió, "por favor, que se abra la puerta de diálogo con el gobierno" para que se avance en la reestructuración de la deuda, que siga el diferimiento de las cuotas que no se pueden afrontar y la prohibición de ejecuciones.
García insistió en que las familias hipotecadas se endeudaron a raíz de una política pública de acceso a la vivienda que ofreció el gobierno de Mauricio Macri y que esto no fue "un acuerdo entre privados".