Nicole Saavedra Bahamondes tenía 23 años cuando la asesinaron en Limache en 2016. Era una lesbiana visible y vivía en el Melón, una localidad rural que pertenece a la Provincia de Quillota, en la Región de Valparaíso, Chile. Fue vista por última vez el 18 de junio, cuando salió de una fiesta, se despidió de sus amigxs y se dirigió hacia la parada del colectivo que la llevaría a su casa. Estuvo siete días desaparecida hasta que encontraron su cuerpo sin vida en el cerro Los Aromos, un lugar alejado de su casa. La autopsia reveló que la causa de muerte fue por múltiples traumatismos en el cráneo y rostro.
Desde el día uno, cuando la abogada Silvana del Valle, de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, tomó el caso, aseguró que se trataba de un crimen de odio, que Nicole fue asesinada por lesbiana. Durante tres años la Justicia chilena no investigó ni avanzó siquiera un paso con la causa. Un grupo de feministas de Chile se organizaron y conformaron el movimiento Justicia por Nicole, realizaron intervenciones en las calles, movilizaciones y cada año en la Marcha del Orgullo lgtbiqnb+ su consigna era “Sin justicia no hay orgullo”.
Desde 2016 hasta 2019, la causa fue rebotando por distintxs fiscales: al primero, Juan Emilio Gatica Simpson, le correspondió la causa por jurisdicción. Las pertenencias de Nicole fueron entregadas a la familia y nunca fueron analizadas, pero faltó el celular: “Ese fiscal tuvo el caso a cargo durante un año y la carpeta siempre estuvo en blanco, no se buscó el celular de Nicole, ni las antenas que podían detectarlo”, asegura Karen Vergara, integrante del Movimiento Justicia por Nicole.
Las feministas organizadas continuaron realizando acciones frente a la inoperancia de la Justicia chilena: al año siguiente se encadenaron en la Fiscalía Nacional, en Santiago, para exigir celeridad en la investigación. Ese pedido fue oído, el caso pasó a manos de una nueva fiscal, Imay Ortiz, trasladando la causa a Quillota, pero sólo duró tres meses, fue ascendida y otra vez la investigación quedó a cargo de un nuevo fiscal, Ulises Meneses. Nada cambió, nunca se comunicó con la familia y la causa seguía sin avances.
El Movimiento Justicia por Nicole continuaba llamándole la atención a la Justicia. En la Marcha del Orgullo del 22 de junio de 2019, hartas por no ser escuchadas y cansadas de la inoperancia judicial, cinco de ellas, María Bahamondes, prima de Nicole Saavedra, Jael Bósquez, Catherina Muñoz, Emperatriz Silva y Karen Vergara, llegaron a las puertas de la fiscalía para solicitar una reunión con Meneses. Una vez adentro del edificio, frente a la negativa de no ser recibidas por el fiscal realizaron una toma pacífica del lugar. “Lo único que exigíamos era la presencia fiscal para que diera una respuesta de por qué no avanzó en el trabajo para encontrar al culpable del asesinato de Nicole. Estuvimos más de cuatro horas esperando mientras las compañeras que estaban en la marcha hicieron el aguante afuera. El fiscal no accedió a vernos, pero sí accedió a mandar la represión de fuerzas especiales con todo su contingente y el refuerzo de toda la comuna para sacar a las cinco mujeres que estábamos ahí adentro”, recuerda Vergara.
Un grupo de 20 carabineros varones irrumpieron en la Fiscalía. La violencia con la que fueron desalojadas las cinco mujeres continuó una vez fuera, las golpearon, las subieron a un patrullero esposadas, las pasearon por Quillota y quedaron detenidas en un calabozo. Cesar Astudillo fue el fiscal asignado por las detenciones, quien casualmente hoy está a cargo de la causa. Es el cuarto fiscal que interviene.
Al día siguiente las llevaron a un destacamento de Gendarmería para luego pasar al Juzgado, las torturas continuaron. “Nos engrillaron, nos encadenaron de pies y manos, estábamos inmovilizadas, no podíamos respirar bien. Antes de eso nos pusieron contra la pared a las cinco mujeres para revisar si teníamos algo. Fue muy denigrante para nosotras, eran todo varones, nos gritaban, y nos metieron de nuevo en un calabozo. Estuvimos detenidas desde las seis de la tarde del sábado 22 hasta el domingo a las dos de la tarde”, recuerda Vergara, al revivir la violencia que sufrió junto a sus compañeras.
La Justicia chilena, esa misma Justicia que nunca investigó el caso de Nicole, hoy criminaliza a las mujeres por reclamar justicia, no hay pruebas en su contra, sólo testimonios de las fuerzas de seguridad que intervinieron en el desalojo. La presión del movimiento logró que cuatro meses después de la toma pacífica en la Fiscalía, la Justicia actúe. Vergara cuenta: “El 16 de octubre dieron con el asesino y encontraron el teléfono de Nicole. Por la presión que se hizo mediáticamente con esta toma, en tres meses hicieron todo lo que no hicieron en tres años.”
Victor Pulgar fue encontrado culpable de violar y asesinar a Nicole. Desde el Movimiento Justicia por Nicole señalan que él no pudo haber cometido el crimen solo y exigen que se investigue la participación de otra persona. Sumado a esto, si la Justicia chilena hubiera actuado habría evitado otro delito: tres meses después de asesinar a Nicole, Pulgar violó a una menor que era familiar suyo, pero el historial de Pulgar no termina ahí. La red de activistas organizadas llevó adelante el trabajo que no hizo la Justicia.
Indagando en la cantidad de femicidios y crímenes de odio que quedaron impunes en Chile, el Movimiento de Justicia por Nicole sacó a la luz otro caso que involucraba a Pulgar. “María Piata, una chica lesbiana asesinada en 2008, fue un crimen muy parecido al de Nicole que quedó impune. El año pasado, investigando más sobre el caso supimos que Victor Pulgar era pareja de la hermana de María Piata y fue la última persona que la llamó antes de ser asesinada. En este caso la Justicia tampoco investigó.
Silvana del Valle, la abogada de la familia de Nicole y defensora también de las cinco mujeres criminalizadas junto a las doctoras Paloma Galaz y Francisca Millaleo, se encuentran impulsando además la reapertura de la causa de María Piata. En este sentido Vergara asegura: “Victor Pulgar no sólo fue la última persona que llamó a María, sino que además ese crimen fue perpetrado bajo las mismas circunstancias que el de Nicole, y su cuerpo fue hallado en Limache, a metros de donde apareció Nicole. Quizás haya más en el anonimato, quizás haya hecho esto con otras lesbianas. Las elegía, eran violaciones correctivas, y después las mataba”.
El 14 de enero pasado se llevó a cabo la primera audiencia del juicio que acusa a las cinco mujeres de daños calificados, desórdenes públicos y daños simples. “Nosotras, lo único que hicimos fue exigir justicia sin realizar ningún destrozo, y exigir justicia no es delito, tenemos las pruebas suficientes como para demostrar nuestra inocencia”, afirma Vergara. La próxima audiencia será el 23 de febrero, las cinco mujeres no están solas, las acompaña una red nacional feminista que junto a ellas denuncian la inoperancia de la Justicia patriarcal chilena y exigen justicia por Nicole y María.