Los controles para evitar maniobras especulativas en materia cambiaria se continúan reforzando. Las entidades financieras se encuentran aplicando medidas de "cumplimiento normativo" para identificar y suspender cuentas bancarias de usuarios en donde haya sospecha de arbitraje entre el contado con liquidación y el dólar blue.
Esta operatoria llamada rulo es simple de realizar pero no es legal. El cliente con pesos compra dólares a 149 pesos en el contado con liquidación. Luego retira estas divisas por ventanilla de los bancos y va al mercado ilegal a cambiarlas a 156 pesos.
La ganancia son esos 7 pesos de diferencia entre ambas cotizaciones. Y por lo general empiezan de nuevo con la operatoria. Es decir, depositan los pesos en el banco, compran dólares a través del contado con liquidación, los retiran y luego los venden en el paralelo.
Para las entidades financieras resulta relativamente simple encontrar cuentas en las que el monto de pesos depositado excede la capacidad de ingresos de los usuarios. Algo lógico cuando se hacen muchas vueltas del rulo y los pesos recibidos en el mercado paralelo se vuelven a depositar en las cajas de ahorro para reiniciar la operatoria.
En el mercado consideran que puede haber un cierre importante de cuentas y que las autoridades regulatorias incluidas la Afip se encuentran junto al sistema financiero revisando con un importante detalle las maniobras irregulares.
Para los bancos es una obligación reportar todo tipo de operación sospechosa (ROS). Se trata de una de las medidas de política antilavado a la que se encuentra sujetos los bancos por requerimiento de la UIF.
En el equipo económico se muestran firmes para evitar maniobras especulativas en el mercado que puedan provocar tensiones cambiarias. La semana pasada se hicieron inspecciones presenciales en agencias de bolsa para controlar que no haya operaciones que incumplan la normativa sobre dólar mep y contado con liquidación.
También se llegó a cerrar por maniobras poco transparentes una agencia de bolsa que utilizaba un chat bot para inducir a los clientes al arbitraje de bonos en un tipo de operación que para las autoridades reguladores provocaba "un riesgo latente para los inversores" y no cumplía requisitos de transparencia.