La mesa intersectorial del maíz avanza sobre la definición de mecanismos de mercado para que la industria que se provee de este insumo para su transformación y venta posterior en el mercado interno pueda contar con una oferta estable a lo largo del año. La herramienta en cuestión sería la mejora del acceso al financiamiento de parte de las industrias avícolas y otros demandantes de maíz para que puedan fechar operaciones con mayor previsión. "Que dejen comprar de una semana para la otra y que en cambio compren a un año vista", resumen en la mesa del maíz. En cambio, el fideicomiso por el cual la exportación subsidiaría al mercado interno está más verde.
La Mesa del Maíz surgió en repuesta a la medida del gobierno de suspender la exportación de ese cereal hasta marzo. El argumento oficial fue que no aparecía la oferta necesaria para la industria local y que podría peligrar el abastecimiento a precios razonables. En el medio, se mezcló la discusión por el grado de traslado del precio internacional del maíz y otros alimentos a la mesa de los hogares y la Mesa de Enlace organizó un lock-out que tuvo efecto mediático.
El gobierno dio marcha atrás y autorizó la exportación, aunque con el compromiso de los actores de la cadena de que se abriría un canal de diálogo para asegurar precios y cantidades al mercado interno. Enseguida, los acopios se pusieron de acuerdo con los clientes de la industria transformadora y la tensión se disipó. Ahora la cadena trabaja junto con el gobierno para definir un esquema de compra de parte de la industria que le permita competir en igualdad de condiciones con la exportación.
"La idea es que haya una oferta anualizada de maíz para el abastecimiento interno a precio competitivo. Hoy en día, el sector avícola paga más caro el maíz que los exportadores, porque éstos últimos pagan a 72 horas y la industria, a a 40 días promedio", explican.
Para emparejar esa situación, la cadena trabaja en la mejora del acceso de parte de la industria al Rofex, el mercado estrella de los commodities agrícolas en el país. A su vez, la rebaja del costo financiero de las empresas estaría dada por la presencia de las garantías públicas Fogar. "Si la industria tiene una previsión más larga de compra, estos problemas puntuales de oferta se podrían eliminar. Las industrias necesitan capital de trabajo", explican en la mesa del maíz.
En tanto, la herramienta del fideicomiso, que se había planteado como forma de reducir el precio interno del maíz, parece más verde. "Es muy complejo, hay 80 mil productores, más de cinco industrias de uso distinto y miles de empresas", argumentan.