La agrupación H.I.J.O.S., nacida en plena impunidad a mediados de la década del 90, cumple en estos días 22 años. Con más de 750 represores condenados de diferencia pero otra vez con un gobierno neoliberal y negacionista del genocidio, los miembros de su regional Capital decidieron celebrarlo junto a los maestros en lucha, visitando la Escuela Pública Itinerante que los gremios instalaron frente al Congreso. “Exigimos que se garantice la paritaria nacional docente y reclamamos salarios dignos”, afirmó Amy Rice Cabrera en nombre de la agrupación, sobre un escenario improvisado. Antes debieron suspender la charla prevista en el “aula” de los maestros ante la multitud que se había acercado a expresarles su solidaridad.
Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio, tal el nombre completo, nació en abril de 1995, en plena vigencia de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y de los indultos, que permitían cruzarse con Alfredo Astiz o Miguel Etchecolatz en cualquier calle. La sociedad argentina estaba conmocionada por las declaraciones del marino Adolfo Scilingo, quien había confesado su participación en los vuelos de la muerte ante el periodista Horacio Verbitsky. El general Martín Balza, jefe del Ejército, reconocía por primera vez institucionalmente la participación de los militares en torturas, asesinatos, secuestros y desapariciones, y los abogados del CELS trabajaban en los escritos por del derecho a la verdad que permitirían abrir una primera grieta para que los represores debieran presentarse ante distintos tribunales.
“Un 1995 con impunidad para los genocidas, con un Gobierno de exclusión y represión, con el pueblo luchando en las calles, nos asomamos con una militancia colectiva”, recordaron ayer el contexto del primer campamento de pibes de todo el país. “¡Si no hay justicia, hay escrache!, dijimos por los barrios para que la casa de cada asesino del pueblo fuera su cárcel”, citaron la consigna con la que H.I.J.O.S. sumó su nombre a la historia del movimiento de derechos humanos. “Restitución de la identidad de nuestros/as hermanos/as apropiados/as; Juicio y Castigo a todos los genocidas, con cárcel común, perpetua y efectiva, fueron algunos de los puntos básicos que nos unieron y lo siguen haciendo”, narraron.
“En solidaridad con la lucha de los docentes, sobre todo después de la represión del domingo, decidimos participar de esta Escuela Pública Itinerante del mismo modo en que lo venimos haciendo ante cada convocatoria de maestros y centros de estudiantes todos los 24 de marzo y los 16 de septiembre, es decir a través de charlas para testimoniar la historia de cada hijo o hija, de la agrupación, de lo que fue la dictadura cívico militar y la lucha de los organismos de derechos humanos por Memoria, Verdad y Justicia”, explicó Rice Cabrera, hija del histórico militante por os derechos humanos Patrick Rice, fallecido en 2010.
“Este año, en un contexto de negacionismo por parte del gobierno, las charlas costaron más por las trabas burocráticas que se plantean tanto a docentes como a centros de estudiantes, que junto a los sindicatos han sido siempre nuestros aliados, ya que nos facilitaron poder trabajar con los estudiantes cuando todavía no existían políticas públicas en ese sentido”, recordó la joven, que milita en H.I.J.O.S. desde 2003.
La charla, prevista para las 16 en el “aula” de la flamante carpa, debió suspenderse ante la enorme cantidad de familias que hacían cola para ingresar. Entonces decidieron tomarse una foto junto a los docentes y Rice habló en representación de sus compañeros. “Reivindicamos la lucha de los docentes, por eso en nuestro aniversario decidimos acompañarlos”, expresó. “Repudiamos la represión del gobierno nacional y de la ciudad en este mismo lugar y exigimos que se garantice la paritaria nacional docente. Respaldamos el reclamo de salarios dignos y la defensa de la educación pública”, afirmó. Los H.I.J.O.S. presentes acompañaron luego la conferencia de prensa por las detenciones arbitrarias de estudiantes en Jujuy y la exigencia de explicaciones al gobernador Gerardo Morales.
“Pasaron 22 años. Luchamos todos estos años con el abrazo de las Madres, Padres y Abuelas de Plaza de Mayo, con los Familiares, sobrevivientes y otros organismos de derechos humanos, con quienes seguimos compartiendo las luchas”, contaron ayer en un comunicado. “Luchamos mucho por los juicios a los genocidas. Con políticas de Estado de Néstor Kirchner y Cristina Fernández esa lucha se hizo victoria del pueblo”, recordaron, y advirtieron que todavía “falta mucho, sobre todo el Juicio y Castigo para los civiles del terrorismo de Estado”. “Falta también el abrazo con nuestras hermanas y hermanos apropiados. Falta saber dónde están los cuerpos. Se hace necesario defender la Memoria, la Verdad y la Justicia ante el negacionismo macristas de los 30.000. Y ahora, además de lo que falta, –concluyeron–. ¡Son 30.000! ¡Y nos faltan a todo el pueblo!”.