El juez federal de Garantías, Carlos Martínez Frugoni, dispuso la prisión preventiva de Hugo Armando Amador, de 40 años, quien fue imputado por tentativa de homicidio y encubrimiento de contrabando, porque el 20 de este mes intentó arrollar a dos gendarmes que trataban de detenerlo cuando transportaba 418 kilos de hojas de coca

La audiencia de formalización de la acusación se hizo el viernes último, y estuvo a cargo fiscal subrogante de Orán, Luis Valencia

El hecho ocurrió en la ruta provincial 5, a la altura del paraje Uriza, a la salida de la ciudad de Orán, alrededor de las 7.30. Tres gendarmes venían con destino a Orán desde Rivadavia Banda Sur en un móvil de Gendarmería Nacional. Según relató el fiscal, la camioneta oficial tenía las identificaciones de la fuerza y tenía las balizas encendidas. De frente circulaba una camioneta blanca, cuyo conductor, al divisar el vehículo de Gendarmería, se detuvo y realizó un giro en U, pero enseguida volvió a girar y retomó el sentido de la circulación anterior. 

La maniobra llamó la atención y los gendarmes detuvieron su móvil en la banquina, colocaron los conos y se dispusieron a controlar la camioneta. En lugar de detenerse, la “la camioneta aceleró y en zigzag se dirigió directo a los dos gendarmes que, con linternas le hacían señas para que baje la velocidad y se detenga. Lo que no sucedió, pues la camioneta avanzó con la intención de embestir a los gendarmes”, contó Valencia.

Los gendarmes se arrojaron a la banquina y no sufrieron lesiones. Pero la camioneta siguió de largo y chocó con el móvil, donde había quedado el tercer gendarme, quien sufrió lesiones en el rostro y la cabeza. La camioneta se detuvo a unos 300 metros, porque el fuerte choque le provocó un desperfecto mecánico. Sus ocupantes, Amador y otro hombre, salieron y corrieron hacia una finca cercana. Los gendarmes lograron capturar al conductor. 

Y luego, al revisar la camioneta Ford Ranger, se encontraron con que en la caja y el asiento trasero llevaba bolsas con una carga total de 418 kilos de hojas de coca.

El antecedente de Rolando Mendoza 

El fiscal Valencia resaltó la gravedad del hecho y recordó un episodio similar ocurrido en la ruta nacional 50 el 27 de mayo de 2012, cuando el conductor de un automóvil arrolló y mató al gendarme Rolando Mendoza, quien, igual que en este caso, intentaba detenerlo en un control en el acceso norte de la localidad de Pichanal, también en el departamento Orán.

"Esta clase de maniobras temerarias ejecutadas para evadir el control de la fuerza de seguridad son comunes, por lo que la Justicia debe responder de manera ejemplificadora a fin de poner un tope a hechos que, como el caso de Mendoza, son altamente peligrosos”, sostuvo el fiscal. 

Añadió que el cargamento de hojas de coca que transportaba Amador fue valuado en $3.040.000. “En su accionar delictivo, y en busca de evadirse, Amador desplegó una conducta temeraria. Con ello, evidenció el desprecio por la vida de los gendarmes, contra quienes avanzó sin importarle más que su único objetivo, escapar”, afirmó.

En el mismo sentido, recordó que cuando fue identificado Amador aseguró que no tenía antecedentes. "No es así, pues de la base de datos, tanto de Gendarmería Nacional como de la fiscalía, Amador presenta varios antecedentes de proceso abiertos, todos ellos por delitos de atentado y resistencia a la autoridad y amenazas, entre otros”, retrucó el fiscal. Agregó que el acusado tiene causas penales iniciadas en 2007, 2011 y 2012.

Amador declaró. Dijo que iba en calidad de acompañante, que lo había contratado un desconocido que le iba a pagar entre $4 y $7 mil por esa tarea. Dijo que no era el conductor y estaba dormido en el momento en que ocurrió el incidente. Aseguró que el vehículo de Gendarmería no tenía identificación y cuando despertó, aturdido, creyó que era un asalto y por eso quiso escapar. 

Pero el juez Martínez Frugoni accedió a los pedidos de la Fiscalía. En la audiencia dijo que no lo de Amador "es inverosímil". “Por las pruebas que se me hizo conocer encuentro acreditado el hecho. No tengo dudas del quehacer delictivo de Amador más allá de su descargo, el cual a mi juicio es inverosímil y opuesto a los testimonios escuchados”, sostuvo el magistrado.