El irlandés Conor McGregor, la máxima figura de la UFC (Ultimate Fighting Championship; artes marciales mixtas), estará un máximo de seis meses inactivo tras la dura derrota sufrida el fin de semana pasado a manos del estadounidense Dustin Poirier, según el informe médico que dio a conocer este martes la organización.
En ese contexto, luego de sucumbir por nocaut técnico en el segundo round, McGregor dejó en claro a todos que tenía la plena intención de retomar rápidamente su carrera en UFC, pero queda por saber cuándo podrá pelear ya que estará varios meses inhabilitado para hacerlo a no ser que otros resultados médicos demuestren su aptitud.
McGregor deberá estar 45 días, como mínimo, sin pelear y 30 días sin contacto de entrenamiento, pero ese lapso, según el informe médico de la UFC, podría incrementarse según la gravedad de las lesiones que tiene en la tibia y el peroné derecho.
Tras la pelea, al irlandés se lo vio con serias dificultadas para caminar y ayudado por una muleta. "No fue mi día, pero fue una buena pelea para mejorar. Estoy muy emocionado por una trilogía, opción que tengo en mis manos. Dustin es un gran competidor, y no veo la hora de volver " indicó en su momento, promocionando la revancha.
McGregor, de 32 años, que compite en UFC desde 2013 y fue el primero en coronar dos títulos de distintas categoría en 2016, volvió a pelear en la división ligero a un año de su último combate, que le había ganado al estadounidense Donald Cerrone en Las Vegas.
Poirier, segundo en el ranking de UFC, se tomó revancha de la derrota por nocaut ante el irlandés en 2014 y lo invitó a un tercer combate tras autoproclamarse como "nuevo campeón". Por su parte, el estadounidense fue suspendido por siete días para recuperarse del enfrentamiento.