El instituto brasileño Butantan cerró un acuerdo con el laboratorio franco-austriaco Valneva para iniciar la producción y la comercialización de una vacuna contra el chikunguña, la enfermedad viral transmitida por el mosquito aedes aegypti y aedes albopictus, que ingresó al continente americano en 2013 y no contaba con ninguna vacuna ni medicamentos antivirales hasta el momento.
Valneva y el Instituto Butantan habían firmado en mayo una carta de intención que casi un año después trae la buena noticia del inicio de la producción de la vacuna en Brasil para los países de la región. Según cifras de la OPS, en los primeros cinco meses de 2020 --el verano es el momento crítico de contagios-- se habían registrado 37.279 casos del virus.
Valneva transferirá la tecnología de su vacuna contra el chikunguña a Butantan, que lo desarrollará, producirá y comercializará en países con pocos ingresos. El acuerdo prevé "montos reducidos como pago inicial y pagos por etapas en relación a la transferencia de la tecnología", según difundió el laboratorio franco-austriaco.
Esta colaboración tiene lugar en el marco de un contrato de financiación de 23,4 millones de dólares que Valneva concluyó en julio de 2019 con la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI).
En septiembre del año pasado, Valneva anunció el lanzamiento de un estudio de fase 3, última etapa antes de solicitar la autorización de la comercialización, para su proyecto de vacuna contra el chikunguña (VLA1553).
La vacuna Valneva permitirá inmunizar a la población frente al segundo virus de mayor transmisión en la región a partir del aedes aegypti. Sin embargo, aún continuará sin tratamiento el dengue y el zika. Las cifras de la OPS indican que, en mayo pasado, 1,6 millones de personas se contagiaron dengue en la región --65% en Brasil y 5% en la Argentina-- mientras que 7.452 casos de Zika.
Para hacer frente a la transmisión de estos virus los Estados deben impulsar campañas de descacharrización, para evitar la acumulación de agua en las viviendas, y fumigación. En el caso del chikunguña los síntomas comienzan entre 4 y 8 días después de la picadura de mosquitos, pero pueden aparecer en cualquier momento entre el día 2 y el día 12.
El síntoma más común es una aparición repentina de fiebre, a menudo acompañada de dolor en las articulaciones. Otros síntomas incluyen dolor muscular, dolor de cabeza, náuseas, fatiga y erupción cutánea. El dolor severo en las articulaciones por lo general dura unos pocos días, pero puede persistir durante meses o incluso años. Las complicaciones graves son poco frecuentes, pero en las personas mayores, la enfermedad puede contribuir a la causa de la muerte.