La Educación Sexual Integral (ESI) en Salta, al no ser una prioridad dentro de la currícula que se desarrolló en el particular año escolar virtual que pasó, se aplicó en el 2020 sin sistematización, y el foco ministerial estuvo mayormente en la capacitación a los docentes y en algunos pocos espacios de intercambio que pudo organizar la provincia con alumnos.
Así se desprende de un resumen de actividades brindado por el Ministerio de Educación de Salta sobre lo realizado entre marzo y diciembre en dicha materia. Históricamente la implementación de la ESI fue un tema espinoso para la planificación de contenidos pedagógicos en la provincia, y desde el inicio se aplicó de manera transversal distribuida en las demás materias, lo que repercutía en que los propios alumnos manifestaban no estar conformes en como se brindaban los contenidos.
Estas quejas quedaban de manifiesto en actividades que abordaban la cuestión, como, por ejemplo, las jornadas de Recinto Abierto organizadas por la Cámara de Diputados salteña, en los que reiteradas veces estudiantes de colegios secundarios debatieron sobre Educación Sexual y habitualmente llegaban a las mismas conclusiones.
La principal queja apuntaba a que los contenidos se confundían camuflados entre las distintas asignaturas que atravesaban la ESI, como biología, lo que entendían que dificultaba el aprendizaje de cuestiones específicas referidas a la sexualidad que demandaban los jóvenes.
A comienzos del 2019, mediante el decreto 1004/19, el Ministerio de Educación reconoció la necesidad de implementar un “espacio específico de educación sexual integral –ESI– en todos los establecimientos educativos de la provincia".
A partir de esa medida, la ESI apareció con esa denominación dentro de la planificación anual de los colegios y escuelas, principalmente en el secundario, y se le destinaron 80 minutos semanales. Los contenidos eran dictados por docentes de todas las materias que voluntariamente se ofrecían, y que utilizaban el tiempo que les correspondía a su asignatura, por lo que una profesora de matemática, supuestamente con capacitación previa, podía dar una clase sobre algún contenido de educación sexual.
En la misma resolución, Educación planteó los diferentes “Núcleos de Aprendizaje Prioritarios” que explicitaban los puntos que debían contener de forma obligatoria cualquier planificación, lo que se cotejaba mediante las “evidencias de Aprendizajes”, que eran las respuestas o saberes que debían expresar los alumnos sobre cada tema.
Así, por ejemplo, en nivel inicial se marca como prioritario, entre otros temas, enseñarle al niño las partes del cuerpo, los nombres de los órganos genitales, conceptos básicos de la gestación y la noción del concepto de intimidad y de situaciones de riesgo o incomodidad.
En el primario abordan el concepto de familia y su desarrollo histórico, la igualdad entre varones y mujeres y los cambios físicos durante la pubertad.
Finalmente, en el secundario ya se desarrollan los conceptos más complejos como la violencia de género, el análisis crítico de los estereotipos masculinos o femeninos, el cuidado de la salud sexual y el uso de métodos anticonceptivos.
Con esta nueva metodología que se brindaba en los colegios secundarios, ya que en los primarios continuaron mayormente con el sistema transversal, los estudiantes comenzaron a percibir efectivamente los conceptos como dentro de la ESI. Igualmente, su implementación no fue exenta de complicaciones, ya que algunos colegios religiosos dan la opción a los padres de poder objetar algún contenido o autorizar a su hijo o hija a retirarse durante la clase, si es que consideraba que el tema no era pertinente o adecuado.
El parate en la pandemia
Los lentos progresos que se fueron dando en el 2019, sufrieron un fuerte freno al año siguiente, que, pandemia mediante, obligó a la implementación de un sistema de enseñanza virtual de emergencia, y que no tuvo a la ESI como un contenido prioritario, lo cual fue testimoniado por alumnos que consideraron que fue casi nula su aplicación.
La secretaria de Planificación del Ministerio de Educación, Analía Guardo, reconoció que se le dio continuidad a la política de ESI que se venía implementando desde la gestión anterior, y puso énfasis en la resolución 1004 y que desde el 2018 se implementa el Plan de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia (ENIA), un dispositivo que llega a 82 colegios secundarios de Salta capital y Orán.
“En el caso del equipo de ESI, se priorizó durante los meses de aislamiento social el sostenimiento de los vínculos con las instituciones del secundario para garantizar la implementación de ESI, a través de las comunicaciones diarias entre los/las Acompañantes pedagógicos/as (equipos técnicos de ESI del Plan ENIA) y docentes nuevos y capacitados, para compartir materiales oficiales (nuevos o adaptaciones a la virtualidad)”, expresa el informe a modo de resumen facilitado por el Ministerio.
Y señala que para generar un espacio de intercambio entre los docentes, quienes en el contexto de pandemia debieron adaptar sus propias estrategias de enseñanza, crearon la página de Facebook “ESI PLAN ENIA SALTA” que se usó para la socialización de materiales e información importante de la ESI a los docentes.
Una de las actividades más importantes del año fue la Jornada Provincial de Educar en Igualdad, con eje en la prevención de la violencia de género, que se llevó a cabo en octubre y del que participaron todos los colegios públicos y privados de gestión estatal y privada.
Al momento de recoger las evidencias de los alumnos, o sea lo aprendido, la página edusalta.com.ar, cargó una selección de las producciones realizadas por estudiantes y familias, con la mediación docente.
El informe del Ministerio también da cuenta de la realización de “diversos conversatorios virtuales con docentes y estudiantes relativos a al análisis crítico de estereotipos de género- Promoción de vínculos saludables- Nuevas masculinidades”. Entre ellos resaltan dos que se hicieron en noviembre con la Organización Argentina de Jóvenes para las Naciones Unidas (OAJNU), sede Salta.
Para este año Guardo indicó que “el plan de acción es sostener el derecho que tienen los chicos y chicas a recibir la ESI, a través de las capacitaciones docentes y abordándose la diversidad de temáticas que comprende la integralidad de la ESI. Por otra parte, es necesario potenciar acciones de seguimiento con participación de estudiantes, utilizándose, además, las herramientas virtuales que nos dejó como aprendizaje el contexto de la pandemia”.
Capacitación como prioridad
La instrucción a los docentes es uno de los puntos destacados por Guardo: “Este año de pandemia impactó en todos los ámbitos, pero, sin embargo, las actividades de ESI que dependen de proyectos especiales y el desarrollo profesional docente se ejecutaron adecuándose al nuevo contexto, a través de la virtualidad. En esta dirección fueron capacitados 3000 docentes en temáticas vinculadas a prevención de violencia de género, vínculos saludables, salud sexual y reproductiva”.
También subrayó que se incluyó el seminario obligatorio de ESI en los planes de formación de maestros y profesores, generándose un circuito de formación permanente “que hay que seguir profundizando”. Y advirtió que “todo lo trabajado ha contado todos estos años con el seguimiento de la coordinación nacional de ESI del Ministerio de Educación de la Nación”.
Por otra parte, el informe rescata que entre el 2012 y el 2019, 13.710 docentes fueron capacitados, 149.968 estudiantes participaron en los talleres de ESI y se distribuyeron 56.900 cartillas con material específico.