El ala dura del PRO encontró en la cuestión de la educación en la pandemia uno de sus caballitos de batalla. Mientras el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta se prepara para confrontar a los gremios docentes por el inicio de clases presenciales, desde el sector que conduce Mauricio Macri comenzaron a impulsar una protesta -que seguramente se parecerá a las movilizaciones anticuarentena del año pasado- para que "abran las escuelas". Tiene como fecha tentativa el 9 de febrero. La impulsó la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, como una iniciativa de todo el partido -aunque otros sectores lo ven más como un tema de ella sola- y está a cargo de su organización el extitular de Medios, Hernán Lombardi. Imaginan banderas argentinas y el himno a Sarmiento como escenografía.
No es casual que el eje educativo fue una de las formas de disputa que encontró la derecha durante todo 2020. Tampoco que la Fundación Mauricio Macri, lanzada por el ex presidente de igual nombre, tenga como uno de sus ejes principales el educativo. Poco parece importar la historia de ajustes en ese área que tiene el ex mandatario. La Fundación fue inscripta originalmente con el nombre de CEPLA por el ex jefe de asesores de Macri, José Torello. Ahora le están cambiando el nombre por el de Mauricio Macri y, en su web, destacaron que una de las grandes áreas será la educativa. A cargo de esto está el ex director de Escuelas bonaerense, Gabriel Zánchez Zinny, al que los gremios recuerdan por la explosión de una escuela en Moreno, con dos víctimas fatales, entre otras cosas.
Macri lanzó su fundación con un discurso de ataque al Gobierno nacional por la educación: "Estamos así por la impericia del Gobierno que tomó una secuencia de
decisiones erradas en casi todos los temas que nos hicieron perder un
año completo de escuelas. El daño causado sobre los alumnos es imperdonable y tal vez irreparable". Le contestó el ministro de Educación, Nicolás Trotta: "Tan preocupado al parecer con la educación en estos tiempos, debería primero explicar por qué en su gestión de gobierno se llevó adelante un proceso de incumplimiento de todos los acuerdos, de todos los compromisos en el campo educativo que nuestra sociedad construyó". Y recordó, entre otras cosas, la desinversión en el plan Conectar Igualdad.
Pese a la historia que tienen con el área y pese a que el Gobierno nacional y los distintos distritos están avanzando en volver a clases presenciales, la idea del ala dura del PRO es seguir polarizando en materia educativa: por eso, quieren lanzar una nueva movilización el 9 de febrero para que "abran las escuelas". Esto propuso Patricia Bullrich en la mesa del PRO para que sea una iniciativa del partido, aunque por ahora los otros sectores lo ven más como una cosa de ella. Bullrich se montó el año pasado sobre las distintas protestas anticuarentena que hubo, con variadas consignas, que iban desde la defensa de jueces nombrados por Macri con procedimientos irregulares hasta consignas disparatadas.
Bullrich, a todo esto, encargó una encuesta para ver cúanto mide como candidata y los resultados fueron magros: conserva -a números de diciembre del año pasado- una imagen negativa a nivel nacional del 50 por ciento, que escala al 66 por ciento si se toma a los menores de 34 años. Entre los sectores de clase alta, la negativa a nivel nacional es del 51 por ciento, según esa encuesta encargada por la presidenta del PRO a un consultor cercano al espacio.
Aún así, ella se imagina como la cara visible de la nueva protesta, con el eje en el reclamo de las clases presenciales. Quien se puso al hombro la organización de esa protesta es el ex secretario de Medios Públicos Hernán Lombardi, que esta semana protagonizó un cruce con el senador Martín Lousteau en el que lo trató de soberbio y puso en duda su trayectoria política. Fue todo en torno a la discusión sobre qué lugar debería ocupar Macri en la alianza opositora. Está claro que el expresidente no tiene pensado retirarse.
Lombardi sostuvo que la idea es hacer una protesta el 9 de febrero, a pocos días del aniversario de los 210 años del nacimiento de Domingo Faustino Sarmiento y muy cerca del comienzo de clases porteños, el 17 de febrero. Aseguró que ya está hablando con intendentes de Juntos por el Cambio y que no estaba definida la característica que tendrá la movilización. "La idea es llegar de Ushuaia a La Quiaca, a todas las escuelas del país”, le dijo al diario Ambito Financiero. "Esto es en apoyo también a Horacio que está intentando abrir las
clases en la Ciudad de Buenos Aires”, indicó el exfuncionario macrista, aunque Larreta por el momento no pareció convalidar la movida. El extitular de Medios sostuvo que habrá una cabecera en cada provincia. Imaginó que se cantará el himno a Sarmiento, y el resto será la parafernaria que ya se observó en cacerolazos, actos del "Sí, se puede" y marchas antigobierno: banderas argentinas y mucho, pero mucho enojo.