La fundación de Mauricio Macri, que fue lanzada por el propio expresidente, no existe como tal y no está inscripta bajo ese nombre en ningún sitio. Lo que sí existe es la "Fundación Cambiar es Posible en Latinoamérica (Cepla)", que fue presentada ante la Inspección General de la Nación en noviembre de 2019 por José Torello, ex jefe de asesores de Macri, y por el ex secretario general de la Presidencia Fernando De Andreis y por Fátima Micheo, ex subsecretaria de Comunicación. El año pasado los fundadores de Cepla --entre los que no está Macri-- plantearon cambiarle el nombre a la fundación y ponerle "Fundación Mauricio Macri" y en diciembre enviaron el pedido de reforma del estatuto, pero la IGJ aún no se expidió al respecto. Todo indicaría que se aproxima un rechazo por parte del organismo ya que, entre otras irregularidades, la nota presentada por el propio Macri en la que autoriza a poner su nombre a la fundación no contiene la firma original del expresidente. Otro dato a destacar es que Cepla, en su estatuto, nada menciona sobre el tema educativo en el que hizo hincapié el exmandatario al presentar la nueva fundación inexistente.
Antes de dejar el gobierno, Torello junto a Micheo y De Andreis inscribieron a Cepla con un capital inicial de 100 mil pesos. Macri no figuraba en ningún sitio. El 13 de marzo del año pasado, el consejo de administración planteó el cambio de nombre de la fundación para que pase a llamarse "Fundación Mauricio Macri" y acordó hacer el pedido en la IGJ. Le delegaron el trámite a Darío Nieto, el secretario privado de Macri que además es investigado por presunto espionaje ilegal, pero el trámite recién fue presentado ante el organismo a fines del mes de diciembre, por lo cuál aún no hay respuesta oficial.
Sin estar aprobado el cambio de nombre por la IGJ el expresidente anunció el martes pasado, de todos modos, la inauguración de su fundación que, según indicó, estaría dedicada a cuestiones vinculadas a la educación, un área que ajustó durante sus gestiones como presidente de la Nación y como jefe del gobierno porteño, y a temas relacionados a la pandemia de coronavirus.
Entre los objetos sociales que figuran en el estatuto de Cepla --la fundación que sí existe y que fue aprobada por la IGJ-- nada se menciona sobre los temas educativos. El estatuto expresa que tiene como objeto "contribuir a la creación, promoción, estudio, investigación (...) y/o defensa de políticas públicas, iniciativas privadas y proyectos legislativos vinculados a los valores de las democracias republicanas; al desarrollo económico sustentable, competitivo, inclusivo e igualitario; a la integración de la argentina en la región y el mundo como herramienta de pacificación, cooperación, desarrollo, inclusión, integración socioeconómica entre gobiernos, organizaciones no gubernamentales y pueblos".
Por otra parte, en su estatuto, Cepla hace hincapié en la "formación, capacitación y perfeccionamiento de dirigentes políticos y sociales", algo común de las fundaciones que crea y creó históricamente el PRO: utilizarlas para formar y financiar a sus dirigentes. También hablan allí sobre la importancia de la "perspectiva de género"; "libertad de prensa"; "seguridad y defensa nacional"; "utilización racional de recursos naturales"; "fortalecimiento del estado de derecho"; "mejoramiento y modernización del Poder Judicial" y dicen que "su labor se orientará hacia la defensa de los valores republicanos en las áreas antedichas".
En la fundación que Macri presentó con su nombre sin autorización de la IGJ, el responsable del área de educación, explicaron, sería Gabriel Sánchez Zinny, quien estaba a cargo de la Dirección General de Escuelas bonaerense durante el gobierno nacional de Macri y el provincial de María Eugenia Vidal. Sin embargo, este área no existe dentro del Cepla y Zinny tampoco figura. También se informó que estarán De Andreis, uno de los fundadores de Cepla, y el secretario Nieto.