Los 15 clubes más poderosos de Europa avanzan con la idea de organizar una Superliga, torneo que no cuenta con la autorización de la FIFA ni de la UEFA y que pondría en jaque a la tradicional Liga de Campeones. La máxima entidad del fútbol mundial ya anticipó que sancionará a los eventuales participantes, ya sea clubes como jugadores, pero los equipos más potentes del continente insisten con el millonario proyecto que ahondaría diferencias frente a los conjuntos medianos y pequeños.
Manchester United, Manchester City, Liverpool, Arsenal, Chelsea, Tottenham, Barcelona, Real Madrid, Atlético de Madrid, Juventus, Inter, Milan, Bayern Múnich, Borussia Dortmund y Paris Saint-Germain (PSG) serían los participantes de la nueva competencia, según revelan este jueves medios como La Reppublica de Italia y Le Parisien de Francia.
En la Superliga europea, un proyecto de competición reservada para sus instituciones fundadoras, participarían además cinco invitados cada temporada. El torneo terminaría en formato de playoff y, según trascendió, los ingresos que percibirán los clubes serían de unos 4.000 millones de euros a repartir entre los participantes. En ese sentido, el proyecto incluye que los seis primeros clasificados se lleven cada uno 350 millones de euros, una enorme cifra teniendo en cuenta que el campeón de la Champions League recibe 80 millones de euros. Además, el "Club de los 15" dispondría de 4.000 millones de euros a repartir, mientras que la UEFA adjudica 3.250 millones entre tres sus tres competiciones (Champions, Europa League y Supercopa de Europa).
Uno de los objetivos de avanzar con la idea de poner en marcha la Superliga sería, si no se puede llevar a cabo al menos de momento debido a la oposición de la FIFA, presionar a la UEFA para que aumente los ingresos por participar en los torneos, señala el diario catalán Mundo Deportivo.
Según Andrea Agnelli, presidente de la Juventus y de la Asociación Europea de Clubes, las entidades más poderosas pueden perder entre 6,5 y 8,5 mil millones de euros entre esta temporada y la anterior debido a la pandemia.
El 21 de enero pasado la FIFA y las seis confederaciones asociadas emitieron un comunicado en el que expresaron su oposición a una Superliga, en el que advirtieron en que no será reconocida y que quienes tomen parte en la misma, clubes o jugadores, no podrán participar en ningún torneo organizado por la propia FIFA y las confederaciones. Para los futbolistas, la mayor amenaza es que no podrían participar ni en Mundiales ni en competiciones continentales con sus respectivas selecciones.