El ministro de Economía, Martín Guzmán, adelantó una fecha estimativa en la cual se podría cerrar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). "Nos resultaría aceptable finalizar estas negociaciones antes de la fecha límite con el Club de París en mayo de 2021, explicó en una entrevista con Latin Finance. El funcionario agregó que "fue muy importante crear sentido común a nivel internacional sobre lo que Argentina necesitaba y en este sentido el compromiso con el FMI fue constructivo y positivo, y el apoyo de varios de los países del G20 también fue muy importante".
Este último punto refleja la estrategia que viene encarando el Ejecutivo que conduce Alberto Fernández, con lazos geopolíticos que van en paralelo a la negociación numérica y de plazos con el Fondo, para empujar el cierre de un acuerdo. De hecho, las gestiones políticas se aceleraron luego del cambio de gobierno en los Estados Unidos, primero con un encuentro con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, y luego con la premier de Alemania, Angela Merkel.
Fiscalismo y reservas
"En el aspecto fiscal, nuestro entendimiento común es que la recuperación económica es una condición necesaria para la estabilización. Y, al mismo tiempo, la sostenibilidad fiscal es un pilar de la estabilidad económica", expresó Guzmán. Y agregó que "el Estado juega un papel para posibilitar la recuperación económica".
Respecto al frente externo, Guzmán aseguró que "debe haber acumulación de reservas externas, de manera que el país construya resiliencia para modificar los estrictos controles de capital que tenemos hoy. Queremos pasar a un sistema de regulaciones macroprudenciales que fomente la inversión en la economía real y desaliente los flujos de capital desestabilizadores que están más relacionados con las oportunidades del carry trade".
Sobre el tema, analizó además las alternativas de Cambiemos en la materia. "El programa anterior era de baja calidad, se basaba en el hecho de que una política fiscal contractiva ayudaría a restaurar la confianza y una política monetaria contractiva sería suficiente para resolver el problema de la inflación en Argentina. No vamos a repetir eso", garantizó.
Así, apuntó a lograr "un programa de alta calidad que ayude a Argentina a restaurar la actividad económica, a restaurar el crecimiento económico, y que lo haga de una manera que sea sostenible".
La recuperación
Sobre la marcha de los precios, el ministro aseguró que "la tasa de inflación fue de 36 por ciento en 2020, 18 puntos porcentuales más baja que en 2019. Eso ciertamente es un paso en la dirección positiva". Y conectó el tema con la posibilidad de una mejora económica.
"La actividad económica, cuando miramos la variación interanual, ha ido creciendo y es una tendencia positiva aunque todavía está por debajo de hace un año. Para 2020, inicialmente habíamos previsto una caída del PIB del 12,5 por ciento. Ahora sabemos que la disminución será menor que eso, por lo que la variación del PBI estará más cerca del 10 que del 12,5".
Eso, según Guzmán, "establece una base más alta, un mejor punto de partida para 2021. La tasa de crecimiento del PIB del 5,5 por ciento que incluimos en el presupuesto de 2021 es sin duda una suposición prudente".
Por último, consideró que "si hoy no existieran controles de capital, la presión sobre el tipo de cambio oficial conduciría a una mayor tasa de depreciación, y eso tendría efectos sobre la inflación y, por tanto, sobre los salarios reales y, por tanto, sobre la demanda agregada y sobre la actividad económica. No nos gustan los controles de capital, pero para modificarlos y evitar un mal peor necesitamos construir resiliencia a través de la acumulación de reservas extranjeras, y eso es lo que está pasando ahora en la economía"