"....vulnerable pero obstinado, injusto pero apasionado de la justicia, hace su trabajo sin verguenza ni orgullo a la vista de todos siempre entre la pena y la belleza..."

Albert Camus, acerca del ser existencialista

 

  • Ella se tatuó en el brazo a la altura del hombro un pequeño circulito cuya leyenda dice: Pero nunca podrás sacarme mi amor, en referencia a Charly, pero más a su desesperada y voluntariosa necesidad de vivir dignamente por más que estos fantasmones terrestres mal educados y depredadores que constituyen el Gobierno la persigan, la hagan asustar y la pretendan declinar en su feroz alegría de estar viva. "No van a poder conmigo, se juramenta". Por más que esto sea apenas una naúsea en el paraiso, objeta y culmina.
     
  • El baja la ventanilla del auto para ver mejor una puerta. Tiene exactamente cinco cerraduras, una bajo la otra de distinto tamaño y figura. Consolidan en si mismas una obra aparte ya que parecen fabricadas y colocadas por distintas manos. Luego está la cancel labrada y arriba en lo alto el vitreaux en un rectangulito módico. Un bocinazo y luego otro lo sacan del ensueño: El semáforo se ha puesto en verde y no ha advertido lo que significa para sus oponentes que vienen detrás: Literalmente un llamado de guerra que se manifiesta en las cornetas sonoras llamando a la batalla y las puteadas. Baja y abre el capot del coche como si se le hubiese roto algo: Eso justifica en algún modo su detención. Mientras lo hace puede terminar de observar tanto lujo inadvertido. Los gladiadores siguen en la guerra de improperios que ya ni escucha. Su Paraíso diario ha sido encontrado hoy.
     
  • Van a comprar un pollo. El sitio es abrumador de tan caliente. Dos parrillas enormes que son vigiladas por las chicas que atienden y de donde emergen cadáveres de pollo exquisitos que largan humo y aromas de selva. Las empleadas hacen maravillas con el tiempo, la atención y el buen humor. Son rellenitas, andan con un tridente que sirve para dar vueltas a los animales, sudan mucho, visten de negro y a él le parecen hermosas. "¡Pero si son gordas!", exclama su eventual acompañante. El nada responde y les sonríe encantado. Paga y ya no oye lo que el bobo a su lado le habla acerca de las bondades femeninas, etcétera, etcétera. Cuando se cansa solo murmura: "Mi mamá que ya se murió era igual de gorda que esas chicas, ¿podés creer?". El otro hace silencio. Y agrega lastimeramente "ah, disculpame".
     
  • El tipo se creía un rey romano, un Calígula flaco pero desdentado. Salía al balcón a tocar una especie de arpa trucha donde ejecutaba siempre el mismo acorde. Las cosas no subieron de tono hasta que una niña descubrió a su gatito desaparecido, pero convertido en piel que adornaba los bordes del balcón interno del fulano. El loco melómano idiota, el criminal de felinos fue arriado a trompadas a la comisaría donde se le labró apenas un acta por "ruidos molestos". El minino no fue tomado en cuenta en la cuestión.
     
  • No es odio ni bronca; es un malestar inesperado que nace de ver cruzar su peor enemigo la esquina hablando por celular y necesita imperiosamente saber que ha de morir un día. Puede ser que habiliten el semáforo por error y lo aplasten o que se le caiga un edificio encima, que ese café que está saliendo de la máquina contenga veneno o que esa silla  esconda una cascabel en el asiento y le muerda las nalgas. Es su peor enemigo pero no duda en sonreirle y darle los buenos días porque supervisa su trabajo y está solo ante tamaño monstruo. Tal vez en el resto del día alcanze a comprender que lo que denomina peor enemigo resultó ser una justificación para su añejo odio de vivir pendiente de la voz ajena y del bolsillo, como cuando era chico y vivía de sus padres. Nada le ha hecho este sujeto más que ser mejor que él, creerse tenazmente la tarea y lograr ascender en la montaña rusa para vislumbrar una mejor vida. Esa resulta su molestia. El que crean que este sistema es justo y que en modo alguno te fagocita. El único camino es elegir un talento, un oficio, algo amoroso, una voz que no pueda acallarse con billetes y que el dinero constituya solo su complemento. Luchar por algo que pueda degustarse. Luchas sin verguenza. Además descubre con incomodidad mayor que lo que denomina peor enemigo resultó ser un buen tipo. Un acostumbrado a este sistema de beneficios si te portás bien. Y que es un fantasma creado por lo suyos propios. Piensa en Arlt y se calma. Hay que fingir, no hay que odiar en vano, hay que vivir. The strungle for life. La selva.
     
  • La vida podría ser más llevadera, menos tortuosa si al menos dejaras de verlos aparecer, sus rostros, sus rictus, sus rarezas, sus monstruosidades expuestas como en la mesada de una carnicería brutal. No hay espacio para tanto horror pero elijamos a uno: El gobernador de Jujuy Gerardo Morales de la UCR. La cara, el cuerpo, las ideas, los actos, su ropa de la época del Proceso su peinado, su tonada arrabalera norteña, sus torturas y definitivamente su vida: Un auténtico fracaso de la especie.
     
  • Claro, como hablar de la eficiencia de cierta dosis de felicidad sobre el organismo con semejante título, me digo mientras me leo escribiendo o corrigiendo lo mismo de muchas veces. Que el mundo está siendo arreglado, se quiebra y cruje y quienes están al mando no saben usar las herramientas. Nosotros somos a veces esas armas y con nosotros componen la maquinaria para estrangular ideas, logaritmos canciones, corazones, pasiones. Quiere pensar un mundo distinto pero le teme al absurdo de intentarlo; pretende un universo colosal de honestidades pero desconfia de sus coterrráneos. "!Dios!", se dice y no se responsabiliza al dios por todos conocido. Al final, se ceba mates en la semioscuridad de la tarde y piensa en un mañana mejor que no existe. Lee a Arturo Carrera, un consuelo limpio ante tanta impudicia.
     
  • WASHINGTON (AP) ‑ "La Luna podría estar encogiéndose pero no desaparecerá pronto. Nuevas investigaciones detectaron grietas en la corteza lunar que se formaron a medida que el interior se ha ido enfriando y encogiendo en los últimos mil millones de años, lo que significa también que se ha encogido la superficie, aunque nadie pueda comprobarlo a simple vista". Oye la noticia por la tele encendida para nadie. "Lo único que nos falta", murmura ella bufando mientras intenta sacar una nueva mancha vieja de una camisa. Anochece. Se ríe de golpe porque imagina que unos le echarán a culpa a Cristina ‑por su consabida "crueldad"‑ y el resto obviamente al verdadero culpable; el Presidente de Argentina ‑por su consabida deshonestidad‑ ¿que duda cabe?
     
  • ("...los docentes del país se movilizan para que Macri y sus secuaces cumplan con la ley. Ni más ni menos. Se declaran en huelga y entonces los rehenes, dicen las autoridades, serían los alumnos y sus padres.

    Si la huelga la declaran médicos y enfermeros los rehenes serían los pacientes.

    Si el paro lo impulsan los bancarios seríamos rehenes los clientes, nuestras cuentas, nuestras deudas y nuestras caras de culo ante el cajero automático.. En realidad, ahora que lo pienso, somos siempre sus rehenes. Con paro o no.

    Si paran los trabajadores de los medios de transporte seríamos los pasajeros.

    Si protestan los carniceros las víctimas serán los asadores de los domingos. Esto ya suena a un ejemplo nostalgioso.

    Si la huelga la declaran los panaderos nosotros, los gorditos asumidos, vendríamos a ser sus rehenes.

    Y si un día los sepultureros abandonan su tarea excavatoria por tiempo indeterminado los cadáveres quedaremos como rehenes de la intemperie eterna.

    No hay caso. La vida novelesca, edulcorada y florecida, es sólo posible en la ficción. Y ni siquiera, me parece, después de leer a Huxley.

    Pero la paradoja esencial se producirá el día en que haya paro nacional general. Porque, más temprano que tarde, ese día llegará. De la mano de Manuelita, la tortuga de Pehuajó, pero llegará. Y entonces seremos todos rehenes de nosotros mismos....") Extracto de una nota de mi amigo Julio Rudman, perseguido político y periodista desocupado en Mendoza capital.

 

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