Moldeada en el marco del Programa intensivo de Creación Dramatúrgica y Composición en Teatro musical impulsado por la Bienal de Arte Joven de Buenos Aires y El Teatro Picadero, Los Monstruos fue seleccionada entre la decena de proyectos participantes de esa experiencia. Y, pronto, demostró lo acertado de esa selección: desde su estreno en 2015 la pieza escrita por Emiliano Dionisi y musicalizada por Martín Rodríguez obtuvo cuatro premios ACE, siete Hugo, cuatro Florencio Sánchez y distinciones en los Trinidad Guevara y Argentores. Con esos antecedentes, el próximo sábado la obra que protagonizan Natalia Cociuffo y Mariano Chiesa probará su fórmula ante el público rosarino, con una única función en el Teatro La Comedia de Mitre y Ricardone.
Con un formato de musical que algunas reseñas calificaron como atípico, Los Monstruos se ofrece como un tratado sobre la crianza, a partir de las intervenciones de un padre y una madre que buscan describir, y matizar, las particulares características de sus respectivos hijo e hija. Responsable de la dramaturgia y dirección, Dionisi llegó hasta ese punto luego de un intenso trabajo en el citado programa de creación, que les aportó la tutoría de Joaquín Bonet y Pablo Gorlero. "Mi primer idea fueron los niños monstruos, esos que están corridos de su propia infancia --relata el dramaturgo a Rosario/12--. Como cuando ves un chico que habla como una persona mucho más grande, o cuando por el bombardeo mediático la ropa de los niños parece de adultos en miniatura, es como la pérdida de la infancia. Pero después, al pensar cómo esos niños llegaron a ese lugar, aparecieron los padres, y ahí empezó todo un sistema de encadenado: estos padres crean a esos hijos, estos padres a su vez fueron creados por otros padres que al mismo tiempo tuvieron otros problemas... como una especie de árbol genealógico de algunas frustraciones, algunas culpas que uno tiene que pagar y encuentra en sus lazos más cercanos el motor para canalizaros. Ahí se fue generando un universo inmenso que tuve que ir como acotando".
De ese modo, Dionisi comenzó a darle forma a un texto que transita entre problemáticas propias de este tiempo y otras de tono universal. "El desamparo, el desentendimiento, la violencia, me parece que están desde que el mundo es mundo", reflexiona el autor, que agrega: "Esa mezcla de sentimientos muy primarios y problemáticas muy actuales es lo que hace el combo tan intenso".
"En esta obra, en momentos muy específicos, entran canciones a potenciar el drama, a fogonear los momentos".
La intensidad a la que refiere Dionisi se potencia con la dúctil interpretación de la dupla actoral, que pone voz a las creaciones musicales de Martín Rodríguez, compositor que logró sostener en sus letras el decir de dos personajes atravesados por múltiples conflictos y sentimientos. En su primera experiencia como letrista en un musical, el músico logró un set de canciones que, con el empuje de la recepción lograda, terminaron editadas en formato de disco. "Emiliano es un dramaturgo que admiro mucho y siempre mandaba una idea muy cerrada sobre las letras --distingue Rodríguez--. Entonces uno como compositor y letrista sabe exactamente a dónde tiene que ir, no empezás a divagar. Además en la Bienal los compositores también compartíamos con los dramaturgos y veíamos los materiales a la vista de todos, entendías aún más el mundo de la obra. En este caso no es que trabajé sobre un libro, estuvimos muy conectados durante todo el proceso. Trabajamos muy bien en equipo y siempre estuvimos permeables a las modificaciones, confiamos en el otro, siempre funcionó de esa forma para que el material creciera. En ese aspecto, las letras de Los Monstruos se deben a esta confianza, a la determinación y buena comunicación que tiene Emiliano".
Seleccionada para formar parte del catálogo de obras del Instituto Nacional de Teatro (lo que permitirá su llegada a distintos puntos del país en el marco de una gira nacional), la obra continúa presentándose los lunes en El Picadero, donde sigue conmoviendo a la audiencia, ésa que aún sorprende a Dionisi, que asegura: "Yo escribí una ficción sobre una temática que creo bastante universal, como la crianza (porque si no sos padre, fuiste hijo, o alguien te crió). Sobre esa temática universal hice una ficción particular, pero no imaginé que la gente se iba a ver tan reflejada en cada uno de los momentos. Me sorprendió lo potente que resulta el espejo de la obra. El teatro es un arma muy potente para generar el encuentro entre espectadores y creadores, y entre los espectadores en sí mismos. Cuando toda una platea se emociona o conmueve por una misma cosa, genera un lazo muy interesante. El shock que genera Los Monstruos en su identificación con el público es una cosa que me sorprende muchísimo".
- Se ha dicho sobre la obra que no es un musical convencional. ¿Los Monstruos rompe con algunos preconceptos del público respecto al género?
- Sí, totalmente. Creo que lo más conocido del teatro musical es lo que uno relaciona con el teatro de espectáculo, como si el musical fuese siempre show, con bailarines y puestas inmensas. Pero el teatro musical es más amplio. Esta es una obra de teatro en la que, en momentos muy específicos, entran canciones a potenciar el drama, a fogonear los momentos. Encontrar un intérprete que pueda surfear entre los distintos universos, que pueda pasar de la palabra hablada a la palabra cantada con la misma facilidad y que su alma quede expuesta en las notas musicales, resulta conmovedor. Y con este material rompí prejuicios que yo mismo tenía sobre el género al ver que se puede hacer algo comprometido, potente.