Tres personas que fueron detenidas días atrás por realizar préstamos informales que cobraban con violencia y amenazas fueron imputadas por "usura crediticia" y quedaron en prisión preventiva por orden del juez Ismael Manfrín. El fiscal David Carizza, de la Agencia de Criminalidad y Delitos Complejos, les atribuyó haber cometido "usura crediticia de forma profesional y como ocupación estable, aprovechándose de la situación de necesidad, carencia e inexperiencia de una mujer y su pareja". 

En la acusación de ayer se les achacó cometer ese tipo de delito desde noviembre del 2020, obteniendo así "ventajas pecuniarias evidentemente desproporcionadas en relación a los préstamos otorgados y en consecuencia colocando a las víctimas en una situación de ahogamiento económico financiero". 

En noviembre del año pasado una de las personas se presentó en el negocio ubicado en calle Gorriti 5700 y en función de una situación de necesidad y apremio económico le ofreció a una víctima un préstamo personal de 20 mil pesos a devolver en 5 pagos semanales de 5.800 pesos, por lo que la mencionada debía devolver en un mes y medio la suma 29 mil pesos, lo que lleva implícito la restitución del capital con más el pago de un interés compensatorio usurario del 470% anual", reza la acusación sobre cómo se inició el delito. Con el correr de los días y la imposibilidad de pago se fueron presentando los otros imputados que refinanciaban la deuda con cifras exorbitantes, a tal punto que la última cifra a devolver alcanzó 992 mil pesos, en menos de dos meses.

Los acusados quedaron en prisión preventiva por 30 días mientras avanza la investigación. Además, la mujer que forma parte del trío acusado fue imputado por la tenencia de un arma.