La semana pasada Wall Street escribió un nuevo guión cinematográfico. Miles de usuarios de internet se coordinaron a través de una plataforma llamada Reddit para invertir en acciones de una empresa de venta de videojuegos físicos cerca de la quiebra. El resultado es que hicieron subir 4 veces el precio de GameStop en menos de tres días y provocaron pérdidas que se calculan en más de 5 mil millones de dólares a grandes fondos de inversión.
La estrategia se organizó desde un grupo de chat abierto de Reddit –que no es algo muy distinto a los de Telegram o Whatsapp- que se conoce como WallStreetBets. Los usuarios, en su mayoría menores de 30 años, convocaron a realizar una ola de compras de GameStop con un mensaje casi utópico: hacerles perder plata a los fondos de cobertura que hacen inversiones en corto (short sale) para ganar dinero con empresas que tienen perspectivas de quiebra.
Para los medios especializados en finanzas este episodio fue durante varios días uno de sus principales temas de debate. Las novedades se fueron actualizando en forma permanente: desde políticos que defendieron las compras coordinadas de los inversores minoristas hasta empresarios multimillonarios que se sumaron a la euforia por salvar la compañía de videojuegos.
El dueño de Tesla, Elon Musk, fue el que más repercusión causó difundiendo a sus 43 millones de seguidores en Twitter un mensaje a favor de GameStop. Musk asegura tenerle odio a los fondos de cobertura debido a que en años anteriores habían apostado a la baja de las acciones de Tesla y a un colapso de la firma. Dice estar del lado de los que plantean que ganar dinero porque a otra empresa le está yendo mal es una perversión del sistema.
¿Cómo es la operación financiera?
No todos en el mundo de las finanzas piensan de esa manera e incluso para algunos economistas las estrategias de short sale (inversiones en corto) son una forma natural del mercado para arbitrar el precio de las acciones. Se realiza de la siguiente forma:
1. El inversor A considera que la acción de GameStop en 60 dólares es cara y bajará a 30.
2. El inversor B tiene 10 acciones de GameStop, no quiere venderlas pero no le molesta entregarlas "prestadas" por un tiempo a cambio de un interés.
3. El inversor A aprovecha y se las pide prestadas al inversor B.
4. El inversor C quiere comprar 10 acciones de GameStop.
5. El inversor A se las vende al inversor C y se queda con 600 dólares (le vende las 10 acciones a 60 dólares cada una).
6. Si se cumple el pálpito y el precio de la acción cae de 60 a 30 dólares es un negocio redondo.
7. El inversor A tienen 600 dólares y recomprar GameStop para devolvérselas al inversor B sólo le cuesta 300 dólares (compra 10 acciones a 30 dólares cada una).
8. El inversor A se ganó los 300 dólares de diferencia (es decir los 600 que obtuvo al principio por la venta de las acciones prestadas menos los 300 que gastó para devolverlas).
El resultado
En este ejemplo todo salió como pretendía el fondo de cobertura (inversor A). Pero ¿qué pasa si en lugar de bajar de 60 a 30 las acciones hubieran subido de 60 a 400? En ese caso el inversor A se encuentra en verdaderos problemas. Para recomprar las acciones y devolverlas al inverso B tendrá que pagar 4000 dólares (compra 10 acciones a 400 dólares cada una). Solamente tiene 600 dólares de la venta con lo cual su pérdida neta es de 3400 dólares.
Esto último es exactamente lo que ocurrió la semana pasada con GameStop a partir de la organización de los usuarios de Reddit que consiguió que suban exponencialmente los precios de la acción por la demanda hormiga de miles de jóvenes. Los fondos de cobertura tenían que devolver mucho más que 10 acciones con lo cual sus pérdidas se cuentan en miles de millones de dólares.
El más expuesto de todos fue Melvin Capital: maneja inversiones por más de 13.000 millones de dólares. Una vez que cerró sus posiciones en corto (en el ejemplo equivale a devolver las acciones) tuvo que pedir una reinyección de capital de 3000 mil millones de dólares para mantenerse a flote.
Lobos convertidos en gatitos
Los intentos del establishment de Wall Street para frenar las compras minoristas de GameStop no se demoraron. La medida más impactante fue cuando la plataforma Robinhood (una app financiera que apunta a un público joven con la consigna de democratizar las finanzas) anunció el cierre de la opción para comprar la acción de la empresa de videojuegos.
Sin embargo esta batalla dispareja -luce como la pequeña aldea gala de Asterix contra Roma- no se encuentra terminada. Los jóvenes que iniciaron el ataque empezaron a pedir refuerzos a los usuarios de Europa y Asia para sostener a GameStop e incluso lanzar un contraataque comprando empresas en condiciones similares como la cadena de cines AMC y el minorista de ropa Express.
Los ribetes de esta historia son extraordinarios y genera reflexión en distintas direcciones. Por un lado es otro ejemplo de la capacidad de las redes sociales para organizar acciones masivas de una parte de la población con una escala de valores similares.
En esta oportunidad no hubo una convocatoria de manifestantes ultraconservadores para ingresar al Capitolio en apoyo al expresidente Trump, sino que fue para que miles de jóvenes usen algunos dólares para poner en aprietos al núcleo duro de los negocios financieros de Estados Unidos.
Doble vara
Otro de los puntos interesantes es la sobrerreacción de los principales grupos de poder económico de Wall Steet pidiendo nuevas regulaciones para evitar este tipo de compras hormiga. La directora ejecutiva de Fidelity Anne Richard llegó a plantear incluso que una de las soluciones es eliminar las regulaciones de transparencia que obligan al mercado a mostrar cuáles son las empresas más expuestas a fondos de cobertura.
Ese pedido lo realizó porque tuvieron miles de millones de dólares en pérdidas pero es un fuerte contraste cuando el que lo pide es el mismo que pregona libre mercado para que inversores de cobertura apuesten a la quiebra de una empresa haciendo short selling.