Abierto el proceso electoral en Newell’s, los directivos que quedan en funciones tienen la oportunidad de distanciarse de los modos de conducción de Cristian D’Amico. Días atrás dejó su cargo Juan José Concina, con duras palabras para el vicepresidente, y ayer llevó su dimisión el protesorero Ricardo Ansaldi. “Motiva mi renuncia el no sentirme representado por esta Comisión Directiva”, afirmó el ex protesorero en su renuncia presentada al presidente Eduardo Bermúdez. Newell’s quedó en acefalía de gobierno pero esto no altera el proceso electoral abierto en la asamblea del pasado sábado.

En su carta de renuncia a Bermúdez, Ansaldi expresó: “Motiva mi renuncia el no sentirme representado por ese cuerpo; estar ideológicamente en las antípodas del accionar de esta Comisión Directiva y juzgar que he sido moralmente defraudado ya que hoy lo veo desplazado del rol de conducción de ese cuerpo, posición que desde un principio imagine sería ocupado por su persona durante toda la validez de nuestro mandato y entiendo que en la práctica claramente no es así”.

“Cuando tuve el honor de formar parte de la lista que nos llevó a dirigir el club en estos últimos años –agregó Ansaldi--, jamás anticipé este desenlace; sin embargo, a la luz de las múltiples y reiteradas frustraciones padecidas entiendo que ha llegado el momento de retirarme de este cuerpo y dejar que sea la masa societaria quien decida en las próximas elecciones qué tipo de autoridades elige para la dirigencia de nuestra querida institución para el período venidero”.

Ansaldi, al igual que Concina, quisieron renunciar años atrás, ante la violencia que se generaba en las reuniones de Comisión Directiva y los enfrentamientos agresivos con el sector de D'Amico. Fue en ese tiempo donde D’Amico logró ganar en trascendencia en la toma de decisiones. Pero tanto Concina como Ansaldi, en su momento, no renunciaron por una súplica explícita del juez que entiende en el fideicomiso, Fabián Bellizia. Concina fue el hombre de confianza en el juzgado cuando en el club aparecieron las renuncias masivas y por las irregularidades económicas debió intervenir la tesorería del club. Dos renuncias más hubiesen dejado a Newell’s en acefalía, es decir sin gobierno, a menos de dos años de las elecciones que habían tenido lugar en junio de 2016.

Ansaldi fue de los directivos que trabajaron por el club, aunque con muy bajo perfil. Entre sus gestiones estuvo la contratación de Enrique Borrelli, hoy a cargo de las divisiones inferiores. En las peleas agresivas que hubo en la reuniones de Comisión Directiva, Ansaldi siempre tomó distancia y evitó caer en descalificaciones o insultos a sus pares de gestión.