El índice de salarios registró en noviembre un incremento del 3,3 por ciento, producto de un alza del 2,6 por ciento en los sueldos de los trabajadores privados, del 1,8 por ciento en los de los empleados públicos y del 7,4 por ciento en los ingresos de los empleados no registrados, informó este viernes el Indec.
En relación a la inflación general del período medida por las estadísticas oficiales, que estuvo en el 3,2 por ciento, el índice de salarios total quedó apenas por encima. Sin embargo, la cuenta de los no registrados no tiene la misma exactitud de los registrados, dado que aquella está relacionada al relevamiento de la EPH para el segunddo y tercer trimestre, aclara el Indec. De modo que la fuerte suba del 7,4 por ciento podría estar relacionada al desconfinamiento que se produjo en el tercer trimestre. Si la comparación frente a la inflación se realiza solo con los registrados del sector privado y el empleo público, el poder adquisitivo volvió a perder.
En tanto, si la comparación se realiza frente a la evolución de la canasta básica y la canasta alimenticia, el resultado es peor, dado que la suba en esos casos fue del 3,7 y del 4,2 por ciento, respectivamente.
La dinámica interanual del índice de salarios estuvo marcada por el sector privado no registrado, que aceleró su crecimiento hasta el 44,6 por ciento interanual, en relación al 37,7 por ciento interanual de octubre. En tanto, los salarios del sector privado registrado muestran en noviembre un crecimiento del 34,3 por ciento interanual, y los del sector público, del 27,4 por ciento. El índice total tiene un aumento del 34,1.
La comparación interanual frente a la inflación arroja que el índice general se queda atrás frente a la suba del 35,8 por ciento de los precios. El sector público es el más perjudicado en cuanto a la variación salarial, aunque cabe esperar que la caída de la actividad productiva y por tanto del empleo haya afectado mucho más a los no registrados, dada la prohibición de despidos más doble indemnización vigente para el sector privado registrado y la relativa estabilidad del empleo en el Estado. Según las estimaciones de la Universidad de Avellaneda, la caída del salario promedio de la economía estimada en poder de compra para 2020 es de 1,2 por ciento.
Si la comparación de la evolución interanual se realiza frente a las canastas básicas, otra vez, el resultado es peor. La canasta básica acumulaba a noviembre un incremento anual del 37,7 por ciento y la canasta alimentaria, del 42,9 por ciento.
Dentro de los aumentos por cuotas paritarias del sector privado registrado aplicados en noviembre se destaca el aumento del 25 por ciento en el sector de la construcción y 10 por ciento para los trabajadores bancarios. Los textiles incorporaron una suma de 8 mil pesos equivalente a un aumento del 24 por ciento en una categoría representativa, mientras que los encargados de edificio recibieron un aumento de 8 por ciento; los gráficos, de 7 por ciento; los pasteleros, 6 por ciento; alimentación y carne, 4 por ciento y 3 por ciento para los trabajadores del sector de químicos.
Además, en el Palacio de Hacienda recordaron que en octubre se aplicaron cuotas paritarias correspondientes a los gremios de Sanidad, Indumentaria, Plásticos, Textiles, Comercio, Gastronómicos, Calzado, Camioneros, Cuero y Estaciones de servicio.