Desde Roma.El presidente de Italia, Sergio Mattarella, terminó este viernes la ronda de consultas con los partidos políticos para tratar de resolver la crisis de gobierno provocada hace 10 días por el ex premier Matteo Renzi. Pero no parece que pueda haber una solución inmediata. Mattarella dijo a la prensa que tomará una decisión lo más pronto posible y que a Italia le sirve "un gobierno con el adecuado apoyo, por lo que es necesario verificar ese sostén” en el Parlamento.  Al final de la tarde Mattarella le encargó al presidente de la Cámara de Diputados, Roberto Fico, que verifique antes del martes si un eventual nuevo gobierno Conte cuenta con el consenso necesario en el Parlamento.

El viernes fueron recibidos por Mattarella los representantes de la derecha (La Liga de Matteo Salvini, Forza Italia de Silvio Berlusconi y de Hermanos de Italia de Georgia Meloni) además de algunas formaciones centristas, pero también el Movimiento Cinco Estrellas (M5S). La derecha no estaría tan unificada como parece. Forza Italia, aseguran algunos medios, estaría más dispuesta a negociar con la actual alianza de gobierno mientras Salvini habla sólo de un gobierno de derecha o ir a elecciones, y Meloni quiere sólo elecciones. Hablando con los periodistas Salvini insistió en el “NO a Conte” y en la necesidad de decidir rápidamente porque los italianos “están perdiendo la paciencia”. Otro detalle importante que surgió de los encuentros fue que el M5S no sería completamente contrario a renegociar con Renzi, cuya salida de la coalición de gobierno provocó la crisis.

Durante el encuentro con el presidente, declaró Vito Crimi, jefe político del M5S, “hemos expresado nuestra disponibilidad a una conversación con quien quiera dar respuestas concretas en interés del país y con espíritu colaborador”. “La única persona en grado de presidir este nuevo gobierno es Giuseppe Conte”, subrayó. Pero la disponibilidad del M5S para eventualmente tratar con Renzi, provocó serias diferencias internas en el M5S. Alessandro Di Battista, un histórico dirigente del Movimiento, declaró en facebook su decisión contraria. “Querer sentarse de nuevo con Renzi significa un gran error político”, dijo, asegurando que él se iría del movimiento si eso sucedía. Pero los medios de prensa hablan de hasta 40 parlamentarios dispuestos a irse del M5S.