Una excavación realizada por arqueólogos del Proyecto Templo Mayor y del Instituto de Antropología e Historia de México concluyó con el hallazgo de un bajorrelieve con la imagen de un águila real. Se trata de un descubrimiento cuyos trabajos de excavación se pospusieron por el inicio de la pandemia de coronavirus.
Lo que se descubrió es lo que en lengua nahua se demomina itzcuauhltli, "aguila de obsidiana". La Secretaria de Cultura del gobierno mexicano, Alejandra Fausto Guerrero, manifestó que, por lo que pudo ver a través de fotografías, "se trata de una pieza de muy bella factura que evidencia los grandes secretos que el Templo Mayor de México Tenochtitlán tiene aún por revelarnos". La funcionaria subrayó que por "la contingencia sanitaria, los trabajos de campo han debido posponerse, sin embargo, está claro que hay también un importante trabajo de investigación y reflexión académica que no se ha detenido".
Los expertos detallaron que la pieza está labrada en piedra de color rojo, con un tamaño de 1,06 metros de largo por 70 centímetros de ancho; lo cual lo convierte en el más grande los 67 relieves que hasta la fecha se han encontrado en el Templo Mayor. Se calcula que pudo haber sido esculpida en tiempos del rey Motecuzhoma Ilhuicamina, entre 1440 y 1469. Los arqueólogos remarcaron que "sobresale su cabeza, donde se percibe el ojo anular y un pico robusto en forma de gancho, del que sale la lengua".
El relieve fue sacado del pavimento en febrero del año pasado y llevado al laboratorio para un estudio cuyas conclusiones ahora se conocen. Los estudiosos pusieron el acento en el hecho de que el relieve no se destaca solamente por su tamaño, sino también por su ubicación al pie del Templo Mayor, el más importante santuario de Tenochtitlán, en el actual DF. Se calcula que el Templo Mayor tenía 42 metros y hoy es una importante zona arqueológica.
El relieve fue dispuesto en el eje central que cruza el santuario dedicado a Huitzilopotchli, el dios del Sol, mientras que la escultura monumental de la diosa de la Luna, Coyolxauhqui, quedó ubicada en el pavimento de la plaza oeste del templo. A su vez, el relieve también se hallaba cerca del Huei Cuauhxicalco ("lugar de la jícara del águila"), el edificio circular en el que se llevaban a cabo las incineraciones rituales de los gobernantes mexicas.
El pavimento, de acuerdo a los investigadores, "es único en todo el Templo Mayor ya que contiene bajorrelieves que aluden a la concepción dual del edificio. Del lado sur, donde estamos explorando, se encuentran elementos como esta águila, vinculados con el ciclo mítico del nacimiento de Huitzilopochtli; mientras que al norte, los bajorrelieves localizados anteriormente contienen representaciones asociadas con Tláloc (dios de la lluvia), el ciclo del agua y la regeneración del maíz".
Durante las sucesivas ampliaciones del Templo Mayor, el pavimento fue cubierto con otras capas, lo que explica el buen grado de conservación. Para Rodolfo Aguilar Tapia, arqueólogo adscrito al Proyecto Templo Mayor, el relieve "nunca fue visto por los españoles".
¿Cómo se trabajó en los meses posteriores al hallazgo, en plena pandemia? Los expertos estudiaron representaciones iconográficas del águila en varios códices, a fin de tener un paralelismo. Según Aguilar Tapia, en la lámina 50 del Códice Borgia hay una representación muy parecida al águila que apareció en el Templo Mayor. "En ambas representaciones, las plumas rematan en forma de cuchillos de sacrificio, los cuales aluden al nombre nahua del ave: águila de obsidiana", dijo el investigador. Los antiguos mexicas consideraban al águila un animal tutelar del Sol, además de estar vinculada al sacrificio y a la guerra.
Ahora, el objetivo es centrarse en la zona de exploración del pavimento donde se ubicó el relieve, a fin de tratar de encontrar otros. "Tras todo este proceso exploratorio, con apoyo de especialistas en restauración, volveremos a colocar cada bajorrelieve en su lugar preciso", señaló Aguilar Tapia. El objetivo es que en el futuro, el relieve descubierto y los que puedan aparecer se exhiban en el mismo lugar del hallazgo.