Traer a Jorge Broun, como reclama el técnico, sale mucha plata. Contratar a Marcos Díaz está al alcance del presupuesto. Este es dilema de los canayas para reforzar el arco de Central. El entrenador Cristian González prefiere sumar al uno formado en las divisiones inferiores de Central pero las obligaciones económicas que acarrea su contratación tienen frenada la negociación.
Si fuera por los números, Broun no vuelve a Central y Díaz ya estaría en Arroyo Seco. La inversión que amerita la contratación de Broun, entre indemnización a Gimnasia y Esgrima y contrato del jugador, está fuera de las posibilidades financieras del club. Pero como muchas veces se comprometen los clubes a pagar lo que no generan –Central es uno de los cinco clubes con más deuda del país--, en Arroyito no descartan aún la vuelta del arquero. Entre tanto, Díaz, de paso por Boca el año pasado, fue ofrecido ante el deseo del jugador de venir a jugar al Gigante de Arroyito. Y si bien con Broun está todo acordado, el bajo costo de traer a Díaz tienta a muchos de los directivos.
Mientras la dirigencia define entre estas opciones con el entrenador, el club definió ayer que el reemplazante del preparador físico Ernesto Colman, desvinculado del club a pedido de Emiliano Vecchio, será Diego Rousse, quien pasó por Central en 2007 junto a Carlos Ischia. Rousse se encontraba trabajando en Deportivo Morón y fue el elegido en conversaciones entre dirigentes y Kily González. El técnico quería traer a un profesional de su confianza, la directiva pretendía imponer su candidato, y como salida a esta situación apareció el nombre de Rousse.
No hay avances en otras negociaciones, aunque la dirigencia le ofreció a Boca traer a Arroyito a Gastón Ávila, con quien comparte los derechos económicos. Central tiene el 40 por ciento del chico, quien pasó a Boca hace dos años en una polémica negociación dado que los auriazules pretendían la continuidad del zaguero central. Como no es titular en el xeneize, el Kily lo pide para darle protagonismo con la auriazul.