Puede llegar a pensarse que el campeonato local anterior, devenido en Copa Maradona tras la muerte del Diego, haya sido un experimento confeccionado a las apuradas, como para salir del paso, en plena pandemia, sin descensos ni hinchas en las tribunas, entre otras rarezas. Pero también es cierto que la historia del fútbol argentino tiene muchas otras copas volátiles de nombres graciosos y torneos de ensayo y error que le bajan el precio al valor de la copa o torneo en sí. Tal vez por eso, por el morbo que aparece entre los hinchas que no la ganaron, pueden escucharse en la mesa de un bar, diálogos sarcásticos como estos:

-Mozo… ¿Le sirve una copa a mi amigo riverplatense? Es la única que va a poder levantar en estos días…

-¿Perdón? ¿Quedaron hinchas de Boca después de la final en Madrid?

-Digo que con la Maradona llegamos a las 70 copas, Gallina.

-Pará, pará, ¿los que desaparecieron del mapa tras perder 0-3 contra el Santos ahora están equiparando sus copitas de leche como si fueran torneos de importancia?

-Ah, resulta que nosotros ganamos copas de leche…

-Claro. El único ganador de la auténtica “Copa de Leche” jugada en 1926 fue tu Boca Juniors. Y como no podían autohumillarse más, ni siquiera pudieron ganar el único partido que se disputó, empataron con el local Chacarita, pero como en esa época eran muy gentiles y diplomáticos, en caso de empate la Copa de Leche se la llevaba el visitante, o sea tu equipo. Felicitaciones por la conquista. Una pregunta ¿La leche era pasteurizada? ¿No probaron agregarle café o chocolate así al menos tenía gusto a algo?

-Qué buena memoria tenés. Entonces seguramente recordarás que tu equipo, River Plate, ostenta en su palmarés la obtención de la ignota Copa Adrián Escobar, un torneo que se jugaba un fin de semana en partidos de 40 minutos y que en caso de desempate se daba por ganador al equipo que había pateado más córners. ¡El que pateaba más córners! ¿Por casualidad no participaron en algún otro torneo en donde ganaba el que pateaba más tiros libres o el que tenía más posiciones adelantadas?

-Tenés razón, cómo envidio a los bosteros. De sólo recordar que en 1926 le ganaron la “Copa Estímulo” al poderoso Sportivo Balcarce, me irrito. Qué suerte, necesitaban un estímulo para ganar algo y se lo dieron. ¿Acaso porque todavía no existía la “Copa Vergüenza Ajena”?

-Lástima que menosprecies la rica historia del amateurismo. Una era en la que los xeneizes fuimos muy felices, ganamos 6 torneos argentinos amateur y 5 copas Dr. Ibarguren… ¿Y ustedes? Una solita.

-Uy, sí claro, jamás me perdono por no haber podido presenciar una final entre Sportivo Barracas y el Hurlingham Football Club. ¿En serio me hablás de la Copa Dr. Carlos Ibarguren? Ese tipo, el ministro del presidente Roque Sáenz Peña, Ibarguren, fue un pillo, un día de 1913 dijo ¿de qué manera perpetúo mi apellido en algo popular? En el fútbol, claro. Y entonces mandó a diseñar una copa a la que llamó con su propio nombre y la donó. Es como si durante el gobierno de Macri hubiese caído una ministra como Patricia Bullrich.

-Hubo una Copa Bullrich, y en 1909 la ganó Independiente. Pero cambiando de tema... Debo reconocer que tenés sentido del humor, como tu club tiene sentido del ridículo. De otra manera no se explica que exhiban como orgullo ser ganadores de ese invento llamado Copa Oruga Bank.

-Suruga

-Ay, cuidado. Perdón, no quise ofenderte.

-Para nada me ofendés. Una ofensa al honor es, justamente, ganar la “Copa de Honor Cusenier” en 1920 y ponerse una estrella en su camiseta para recordarla, tal como hicieron ustedes ¿De qué honor me hablan? Nadie con honor puede estar orgulloso de tener una copa con ese nombre.

-Nos tienen envidia, somos los máximos ganadores.

- Sí, tenés razón, ganador de la Copa Competencia "George VI"…

-Mozo, ¿vos de qué club sos?

-De Independiente, el Rey de Copas

-Jajaja. ¿Independiente? ¿El ganador de la Copa Bullrich? ¡Tomatela!