El fanatismo en su mejor versión es el eje de Carroceros, el documental de los fanáticos de Esperando la carroza -la mítica película de culto argentina-, que se estrenará este jueves 4 de febrero por la plataforma Cine.ar. Mariano Frigerio, codirector del documental junto a Denise Urfeig, es "carrocero". Así se llaman los fanáticos de la película de Alejandro Doria estrenada con poco éxito en 1985. Pero no está solo: son miles y se agrupan en foros de Internet, donde repiten sus diálogos de memoria y visitan habitualmente Versalles, el barrio donde se rodó el film.
En el documental juega un rol clave la famosa casa de la familia Musicardi, donde transcurren la mayoría de las escenas de la película dirigida por Alejandro Doria. Pero muy pocos logran entrar: las dueñas quitaron el timbre y no le abren la puerta a nadie. El objetivo de Frigerio (que, además, aparece en escena y lleva el hilo de las entrevistas) es cumplir el sueño de todo “carrocero”. Con testimonios de productores y protagonistas de una de las películas nacionales más recordadas de la historia, como Antonio Gasalla, Betiana Blum, Luis Brandoni, Enrique Pinti y Mónica Villa, entre otros, Carroceros es un homenaje a Esperando la carroza y un documental sobre el fanatismo y la identificación.
Esperando la carroza fue dirigida por Doria e interpretada por China Zorrilla, Luis Brandoni, Antonio Gasalla, Mónica Villa, Betiana Blum, Julio De Grazia y Juan Manuel Tenuta, entre otros. Está inspirada en una obra de teatro escrita por Jacobo Langsner, quien también participó de la adaptación cinematográfica. Fue estrenada en el Atlas Lavalle, el 6 de mayo de 1985, frente a 1800 espectadores. En 1972 Doria había hecho una versión para TV que se transmitió por Canal 9. Trece años después, decidió llevarla al cine pero en tono grotesco. Al momento de su estreno, la crítica la tildó de “sobreactuada, crispada, gritada” y no tuvo demasiado éxito. Pero con el correr de los años, se fue convirtiendo en un clásico del cine nacional.
Denise Urfeig estudió Periodismo y Sociología. En 1997 ingresó a GP Producciones donde inició su carrera como productora y guionista de TV. En 2001, entró en la productora de TV Cuatro Cabezas, donde realizó tareas de producción, dirección y guión durante 15 años. Desde 2015 trabaja como freelance en proyectos audiovisuales en Argentina y Brasil. Mariano Frigerio estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires y Realización en Cine y Video en el CIEVYC. Trabajó en televisión 15 años. Durante cuatro de ellos produjo diferentes formatos documentales para Discovery Channel, National Geographic e History Channel. Actualmente, trabaja en Disney produciendo campañas de lanzamiento de sus nuevos formatos.
"Con Denise somos amigos hace muchos años. Yo soy fanático de la película y vivo en Vila Luro. Una vez leí una nota que la casa donde se había filmado Esperando la carroza quedaba muy cerca de mi barrio, en Versalles", recuerda Frigerio. "Con Denise se nos ocurrió hacer un corto alrededor de la casa. Y cuando empezamos a ir para mirar e investigar, notamos que había mucha gente que se acercaba, sobre todo, los fines de semana y que se sacaban una foto". Ambos directores se metieron en el mundo de los fanáticos. Comenzaron a buscar en las redes. Encontraron el grupo de Facebook "Asociación de Enfermitos de Diálogos de Esperando la carroza”, que, en aquel momento, tenía 14 mil seguidores. "Cuando entramos al grupo nos quedamos alucinados", confiesa Frigerio. La gente comentaba en el grupo la realidad con frases de la película y se enteraron así de que suelen hacer "encuentros carroceros" dos veces por año, en los que festejan el inicio de ese grupo de Facebook y el estreno de la película. En esos encuentros, hacen tours por todas las locaciones donde se filmó la película y hacen las comidas que se nombran en Esperando la carroza.
-¿Por qué consideran a Esperando la carroza la mejor película de la historia?
-Es una cuestión totalmente subjetiva. Para mí, lo es. Soy fanático de la película desde que soy muy chico. En un momento me fui a vivir a España y me llevé Esperando la carroza para tenerla y para mostrársela a mis amigos de allá. Obviamente, el debate es abierto de cuál es la mejor o no. Pero sí nos parece que es la única que tiene fanáticos y la única que tiene seguidores.
-¿Creés que en su momento, como dicen algunos de los actores, la película no se entendió?
-Para el documental tuvimos la oportunidad de entrevistar a todos los actores: a Gasalla, Pinti, Brandoni… Y Pinti nos dijo que, en ese momento en que la estaban haciendo, no terminaban de saber si realmente iba a resultar ese humor, ese grotesco de Doria. El director les pedía que estuvieran todos en una misma baldosa. No terminaban de saber. Y cuando se estrenó y tuvo malas críticas, no sabían si estaba resultando. Pero Doria y Jacobo Langsner (el guionista) sabían el tipo de humor que estaban haciendo. Eso tenía realmente un efecto.
-¿Esperando la carroza tiene un estilo de humor que no caducó?
-Creo que no caducó para nada. De hecho, hay una incorrección política que tiene la película que está muy puesto en auge. Sobre todo, los “carroceros” que conocimos no es gente que la sigue porque la vio en el cine y le quedó el recuerdo. Muchos de ellos son pibes jóvenes de menos de 30 años y la vieron en plataformas, en YouTube. Y lo que más copa es ese tipo de humor, esa cosa sin tanto protocolo. El personaje de China Zorrilla dice atrocidades toda la película, pero se entiende en el contexto de quién es ese personaje y por qué lo está diciendo. El humor, lejos de haber caducado, está mejor que antes.
-¿Cómo surgió la idea de hacer un casting y que forme parte del documental?
-Cuando empezamos a encontrarnos con los carroceros del grupo de Facebook, nos pasaba que cuando comentábamos a amigos y gente que conocíamos lo que estábamos haciendo, nos decían: "Ay, pero yo conozco a tal que es recontra carrocero pero no está en ningún grupo". Dijimos: "Vamos a buscar ‘carroceros’ por fuera de esos grupos, que no pertenezcan al grupo de Facebook". Y nos sorprendimos mucho porque la verdad que los que estuvieron en esa convocatoria no eran de la Asociación de Enfermitos de Diálogos. Y fue muy sorpresivo que haya llegado a tanta gente y tan “carrocera”. Sabían realmente toda la película como los fanáticos de este club de fans.
-¿Fue un rodaje divertido, como destila el documental?
-Sí, con Denise somos muy amigos desde hace muchos años y también fue muy emotivo porque todo lo de la película fue muy de a poco. Nos pusimos en contacto con Diana Frey, que fue la productora de Esperando la carroza. Ella también alucinó cuando le contábamos y nos dio el ok para hacer la película. Todo fue creciendo. Fue muy lindo hacerlo. Y después tuvimos el subsidio del Incaa y el rodaje duró más o menos un mes y fue muy divertido. Yo soy bastante “carrocero” y Denise no. A ella le copaba más registrar el mundo del fanatismo y a mí el mundo de Esperando la carroza, pero hicimos muy buen complemento.