Tras la publicación de los resultados positivos de los ensayos clínicos en la revista médica The Lancet, la canciller alemana, Angela Merkel, aseguró que aplicarán la vacuna Sputnik V contra el coronavirus, si la agencia regulatoria la aprueba.
"Todos los que obtienen una autorización de la EMA (Agencia Europea de Medicamentos) serán bienvenidos. Hablé con el presidente ruso (Vladimir Putin) precisamente sobre eso", indicó Merkel en una entrevista televisiva, donde elogió los "buenos datos" científicos publicados sobre el fármaco.
En enero, la Canciller había manifestado estar dispuesta a ayudar a Rusia a desarrollar la Sputnik V contra la Covid-19 en Alemania. "Más allá de todas nuestras diferencias políticas, que son actualmente importantes, podemos trabajar juntos en el marco de una pandemia, en un terreno humanitario", explicó en una conferencia de prensa.
Las autoridades rusas iniciaron el proceso hacia su homologación en la Unión Europea (UE) de Sputnik V y esperan un primer examen de los documentos enviados.
En este contexto, Merkel propuso que el instituto federal alemán Paul-Ehrlich, encargado de la reglamentación de medicamentos, "apoye a Rusia" ante la Agencia Europea de Medicamentos.
"Y, si esta vacuna es aprobada por la EMA, entonces podemos hablar de una producción conjunta y también de su utilización", aseveró la líder europea en aquel momento.
La vacuna Sputnik V presenta una eficacia de 91,6 por ciento, de acuerdo al análisis de los ensayos clínicos publicado este martes por la prestigiosa revista médica británica y validado por expertos independientes.
Esto "quiere decir que una vacuna suplementaria puede unirse al combate para reducir la incidencia de la Covid-19", advirtieron los investigadores.
Merkel también dio indicios de que se aprobaría el fármaco desarrollado por China, al señalar que un país como Serbia "vacuna más rápido" que el resto de Europa con la vacuna del gigante asiático, denominada Sinovac.
Las declaraciones de la Canciller se produjeron en el marco de las fuertes críticas que recibe el gobierno alemán por la demora en la campaña de vacunación, en comparación con otros países como el Reino Unido o Estados Unidos.