El Abierto de tenis de Australia y el torneo previo de Melbourne sufrieron un duro golpe que pone en riesgo el normal desarrollo de ambos certámenes a partir de un caso de coronavirus de un empleado del hotel donde se encuentran alojados muchos de los tenistas que participan de ambas competiciones. En principio, todos los jugadores volvieron a quedar aislados hasta que se le lleven a cabo los controles y la actividad del jueves en el torneo de Melbourne quedó suspendida, de acuerdo a lo que informó la organización.
Un trabajador de 26 años del hotel Grand Hyatt de Melbourne, donde se alojan muchos tenistas y allegados que están involucrados en los torneos, dio positivo y motivó que todos los huéspedes deban volver a estar en cuarentena, como lo hicieron durante dos semanas después de los positivos que se habían comprobado en el vuelo que llevó a los tenistas a Australia.
"Las autoridades sanitarias nos informaron que un trabajador de la burbuja del hotel dio positivo por COVID-19. Los involucrados con el Australian Open que están alojados en el hotel ahora deben ser examinados y aislados hasta que reciban un resultado negativo", explicó la organización del torneo a través de un comunicado.
"Trabajaremos con todos los involucrados para facilitar las pruebas lo más rápido posible. No habrá partidos en Melbourne Park el jueves. Más tarde se anunciará una actualización sobre el calendario del viernes", completó el torneo. En principio, el jueves tenía que entrar en acción la argentina Nadia Podoroska, que debía jugar ante la checa Marketa Vondrousova por los cuartos de final del torneo de Melbourne. Tampoco se disputará el cruce entre Argentina y Japón de la ATP Cup.
De acuerdo a lo que afirmó Daniel Andrews, el Primer Ministro del Estado de Victoria, sede de los torneos, en una conferencia de prensa brindada en la noche del miércoles, el comienzo del primer Grand Slam de la temporada previsto para el lunes no corre riesgo, aunque habrá que esperar los resultados de las pruebas de los tenistas y sus entrenadores para saber como afectara el caso a la disputa del campeonato. De acuerdo a lo que informó Andrews, el caso motivó que se volviera con las restricciones a la circulación, con la prohibición de reuniones de más de 15 personas, la obligatoriedad del uso de barbijo y la reducción de hasta el 75 por ciento del personal en las oficinas. "Tenemos que asumir que esta persona, de hecho, ha infectado a otras", remarcó el Primer Ministro.
"Los tenistas serán aislados hasta recibir un resultado negativo. Podría tener un impacto en los torneos previos que se están jugando, pero en este momento no veo impacto en el Open de Australia propiamente dicho. Es un caso positivo, no hay razón para entrar en pánico", explicó Andrews.