Dos mujeres llegaron esta semana a la conducción de la mañana de la radio pública. No son la segunda voz, ni completan una dupla. Están al frente. Federica Pais de 7 a 9 y Gisela Busaniche, de 9 a 12, se hacen cargo de la mañana de Radio Nacional Buenos Aires en la programación lanzada desde febrero. Gisela Busaniche lleva adelante Ahí Vamos, de 9 a 12, con un gran equipo, al que la periodista da espacio con la amabilidad que es uno de sus sellos. La voz de Gisela aporta calidez, pero también reflexión y una escucha siempre atenta. Recordada por su ciclo “En el medio”, un programa que hizo en Canal Encuentro para poner el foco en los modos de la producción periodística; fue conductora de Staff, por Telefé, el mismo canal donde sus informes en los noticieros desde hace años se distinguen por la mirada que abre abanicos polifónicos en entornos de enorme homogeneidad. “Fue un desafío, pero sentí que después de toda mi carrera periodística era el momento de tomar la conducción y generar otra agenda, porque una se va dando cuenta de cómo y cuándo podés generar otra agenda y de lo difícil que es hacerlo en los grandes medios de comunicación”, cuenta su propuesta.
Llegar a Radio Nacional es una oportunidad para llevar su forma de hacer periodismo a un horario más caliente. “Se puede generar otra agenda que no necesariamente tiene que ser oficialista pero sí de reflexión y de sí un estado presente”, dice Gisela sobre las implicancias de tomar un nuevo lugar. “Una quiere contar historias y quiere contar la gestión; porque valora otro gobierno que llegue a defender más a los trabajadores, y a pensar más en la pobreza y a pensar más en la Argentina que pensar en la fuga y los negocios especulativos. Desde ese lugar, mi compromiso fue más quizás un periodismo de posición, ir a Radio Nacional, tomar la segunda mañana y hacer una agenda variada”, cuenta lo que pensó antes, mientras transcurre su primera semana al aire.
La mayor presencia de mujeres en los medios audiovisuales es un reclamo, y hasta un ruego, de quienes no encuentran voces amables para escuchar cada día. Liberarse del machismo, el hetero-cis-sexismo y la homogeneidad implica hacerles lugar a otras experiencias vitales. Cualquier enumeración puede ser injusta, de modo que no se nombrarán a las (pocas) periodistas que conducen en las radios de la capital federal, con alcance en todo el país. La última semana de enero, Radio Rivadavia lanzó su nueva programación, y a la foto de sus figuras le sobró elocuencia: Luis Majul, Eduardo Feinmann, Jonatan Viale, Oscar González Oro, Baby Etchecopar, Nelson Castro y Rolando Hanglin. ¿Quién querría escucharlos? Mujeres siempre hay, en determinados lugares: locutoras, columnistas de espectáculos, productoras.
El año pasado, la productora de contenidos feministas Nos Quemaron por Brujas elaboró un informe sobre la presencia de mujeres en la radio: el 78 por ciento de los conductores eran entonces varones -y poco ha cambiado-, mientras sólo el 22% eran conductoras. ¿Trans, lesbianas, intersex? Sin aire. Sólo una excepción en las columnas de humor, donde hay un 80 por ciento de varones, 10 de mujeres y 10 de mujeres trans. La única presencia en el dial.
Gisela quiere que la agenda de géneros tenga un lugar importante en su programa. “Es un lujo trabajar con Ingrid Beck, cuando me dijeron que iba a estar fue una de las razones por las que dije sí. Porque yo, aunque sí soy feminista, no tengo una base teórica y tan intelectual desde el estudio, como sí la tienen Ingrid, Luciana Peker, Mariana Carbajal, y otras grandes periodistas de género que avanzan”, considera Gisela. Cree que los feminismos están en “un camino”. “Lo tenemos que recorrer, tenemos que pelear, lo vamos logrando de a poco, a base de empujones. Porque Periodistas Argentinas, en el lugar donde estoy, apenas ve una foto de seis hombres, te saca un twit y avanza. Avanzamos. Y no solamente avanzamos en lo que unía a un montón de periodistas que era la interrupción legal del embarazo, sino también ahora con la ley de paridad de género”, asegura.
La nueva programación de Radio Nacional se da también en el contexto de la media sanción lograda en octubre del año pasado en el Senado nacional para la ley de equidad de géneros en los medios públicos. Esa iniciativa, presentada por la senadora pampeana Norma Durango y similar a otra presentada en Diputados por Mónica Macha, ya tuvo dictamen de comisiones en la cámara baja y se espera que se sancione apenas comiencen las sesiones legislativas.
“Es muy importante la ley de paridad de género porque cuando hay un mundo tan desigual y no hay igualdad de oportunidades, tiene que haber alguna reglamentación para generar esas igualdades –considera Gisela--. No quiere decir que las personas que estemos ahí nos regalen la cosas. Tenés un mundo de hombres, de dirigentes sindicales que están hace un montón, de políticos que están hace años enquistados, que no le van a dar lugar a una mujer. Entonces nos vamos dando lugar nosotras y un montón de varones deconstruidos que nos están acompañando, porque se está debatiendo mucho la masculinidad. Es un proceso súper interesante lo que está pasando. Tiene que haber una ley, porque el mundo no es ideal, cuando el mundo sea ideal, no vamos a necesitar una ley de paridad de género, mientras tanto, es vital”.
Sobre la agenda feminista para su programa, Gisela da vuelta la pregunta, cree que hay que cuestionarse “si vivimos de una manera feminista, si nuestros actos en lo cotidiano tienen que ver con eso. Defender una nota, levantar la mirada cuando no te están mirando y querés presentar un tema. Que te digan ‘estás indispuesta’ porque estás simplemente seria. ¿Qué te pasa, estás más flaca? ¿Qué te pasa estás más gordita? El tema de adjetivar, adjetivamos mucho, y una se tiene que parar distinto con el tema de la adjetivación constante que viene de afuera, porque es todo el tiempo un juzgamiento”. Muchas de esas preguntas las volcó en los informes Telefem, donde el término feminazi, el lenguaje inclusivo, la presión de los cuerpos y el fútbol femenino tuvieron un lugar transitado desde el asombro y la apertura.
Escuchar, esa es una de las claves del trabajo de Gisela. Recuerda que decidió dejar de ser productora para llevar su manera de mirar (y escuchar) con voz propia después de una nota sobre fútbol infantil para la inclusión que ella había producido con entusiasmo. El periodista llegó y ni siquiera miró a los ojos a los chicos que lo esperaban con ansiedad para contar su historia. “Cuando llegué a los medios me dediqué a mostrar lo social, el territorio y a derribar mitos. Mi desafío siempre fue explicarle a esa persona que quizás no entiende a una chica trans y la juzga, que pueda saber quién es ella. Y sólo se puede entender cuando uno conoce una historia”, dice.
El equipo de Ahí Vamos lo integran Carlos Ulanovsky, Néstor Espósito, Fabián Vázquez, Daniel Aprile, Horacio Marmurek, Diana Costanzo, Santiago Lucía y Agustín Álvarez Rey; con columnistas como Felipe Pigna, Daniel Míguez, Ingrid Beck e Hinde Pomeraniec.