"Está demostrado que todas las vacunas son muy buenas para lo que deben serlo, es decir, para evitar la mortalidad. Todas la reducen al 100 por ciento y también reducen la internación en terapia intensiva. Además, previenen la enfermedad arriba de un 90 por ciento", explicó el ministro de Salud, Ginés González García, ante la comisión de Salud Pública de la Cámara de Diputados donde, junto con su equipo, expuso y respondió preguntas de los legisladores durante cuatro horas. Además, luego de la publicación de The Lancet que confirmó que la Sputnik V tiene una efectividad del 91,6 por ciento, aseguró que "ninguna vacuna se aprueba por lo que sale en una revista", y agregó que en el Gobierno nacional "siempre se tuvo total tranquilidad" sobre su calidad porque contaba con la aprobación de la Anmat. El ministro también explicó el conflicto en las negociaciones con la empresa Pfizer.
Ginés advirtió que "recién podría lograrse una inmunidad de rebaño después del mes de julio", pero que "antes vamos a ir disminuyendo la transmisibilidad y reduciendo la mortalidad, que es el primer objetivo". Con respecto a la Sputnik V comentó que les informaron que "si bien antes era necesario un plazo máximo de media hora para aplicarla, ahora el margen se amplía a dos horas" luego de retirarla del refrigerador.
Con respecto a las negociaciones con Pfizer, eje de las críticas de la oposición, el ministro dijo que la empresa "se portó muy mal" y señaló que las objeciones del laboratorio estuvieron vinculadas a la aparición de la palabra "negligencia" en la ley para contratar la provisión de vacunas. El titular de la cartera hacía referencia a la norma que declaró de interés público la investigación, desarrollo, fabricación y adquisición de vacunas contra la covid-19 para agilizar las negociaciones. González García reconoció que la ley tuvo pronto despacho del Congreso, pero luego de aprobarse el laboratorio estadounidense reclamó otras condiciones. "Además, después fueron corriendo las fechas. Me parece que no tenían las vacunas", agregó. En ese sentido puntualizó que el Gobierno estuvo dispuesto a revisar "cualquier condición siempre y cuando no fuera resignar la soberanía ni cambiar las leyes".
Acompañaron al ministro la secretaria de Acceso a la salud, Carla Vizzotti, el subsecretario de Gestión Administrativa, Mauricio Monsalvo, el titular del Anmat, Manuel Limeres, y la presidenta de la Comisión de Inmunizaciones, Mirta Roses. La coordinación estuvo a cargo de Pablo Yeldin, presidente de la comisión, y las palabras de bienvenida las dio el presidente de la Cámara, Sergio Massa, quien resaltó que "esta es la quinta vez que el ministro viene al cuerpo".
González García destacó que "la reacción de Argentina frente a la pandemia ha sido verdaderamente notable". "Lo que viene ahora es una gran campaña de vacunación", puntualizó y explicó que están trabajando con las provincias y que la logística para la entrega de vacunas está "completamente garantizada". "Hay 116 mil integrantes para el plan de vacunación, 36 mil vacunadores y 7749 establecimientos acondicionados para vacunar en todo el país", detalló. Vizzotti aportó que "Nación distribuye las vacunas a las provincias y acompaña el proceso, pero cada jurisdicción decide su estrategia de vacunación".
El ministro explicó que hasta ahora se compraron "30 millones de dosis de Sputnik V, más las 20 millones que ya están y las 5 millones complementarias". A ellas se suman las 22.400.000 dosis de AstraZeneca (a cuatro dólares cada una) más una negociación en marcha por 1.200.000 y las 9 millones que llegarán de Covax, para las que invirtieron 31 millones de dólares. Eso hace un total de 62 millones de dosis. Pero además, el ministro dijo que "seguimos negociando con Janssen que se aplica en una dosis y está terminando la fase tres".
Con respecto al laboratorio chino SinoPharm confirmó que vienen trabajando para cerrar un contrato, pero reconoció que el precio es muy alto y exigen la compra de 30 millones de dosis, cuando el Gobierno necesita un millón.