Consultados por Salta/12 sobre cómo encarará el Partido Obrero las próximas elecciones provinciales del 4 de julio, tanto Pablo López como Violeta Gil, dos caras que representan sectores antagónicos dentro del partido más representativo de la izquierda salteña coinciden en su lectura de la coyuntura, pero no se ponen de acuerdo en cómo avanzar hacia la unidad. Ambos bandos además, dicen ser los propietarios del sello que les permitiría presentar candidatos.
Si bien tienen presente que el contexto de atomización reinante en los partidos tradicionales puede volver a jugarles a favor, no se percibe, de acuerdo a sus comentarios, la posibilidad de una alianza estratégica que confluya en un Frente de Izquierda fortalecido para volver a recuperar el terreno perdido desde aquella elección histórica de 2013, cuando obtuvo el 30% de los votos e incluso su candidata a senadora, Gabriela Cerrano, llegó a desbancar a quien es hoy gobernador.
Los dos referentes denunciaron el adelantamiento de las elecciones provinciales por considerar que intenta desdibujar el debate de lo que sucede a nivel general con la crisis económica, los acuerdos de deuda nacional y provincial y “los ajustes que se están realizando a la clase obrera”.
Para Pablo López, una de las figuras del sector que comparte con el actual diputado provincial Claudio del Pla, aún no es hora de discutir candidaturas pero el desafío está puesto en poder traducir en el plano electoral “un programa para enfrentar el brutal ataque que están sufriendo los trabajadores”, entre los que mencionó los aumentos de tarifas, las jubilaciones “y el ajuste que va a implicar el acuerdo con el FMI”.
Mencionó que entre esas propuestas plantean “un verdadero impuesto a las grandes riquezas para financiar un plan de viviendas y un sistema de salud que debería estar centralizado”, y agregó que todo ese plan de lucha, plasmado en un programa, va a determinar el resultado electoral. Puntualmente, en Salta destacó la posibilidad de seguir siendo una alternativa “al régimen oligárquico que viene gobernando por lo menos los últimos 25 años”.
Con respecto a las fricciones internas que estallaron hace dos años en ese partido, justo antes de las elecciones presidenciales, el ex diputado nacional aclaró que hubo un grupo que se escindió, “rompió con el PO, y en el caso de Salta nosotros denunciamos que están haciendo una usurpación política”.
Según López, el espacio liderado por Violeta Gil y Gabriela Jorge “sigue diciendo que son el Partido Obrero cuando en realidad han armado otra organización”. Afirmó que tomarán todas las medidas que correspondan, incluso legales “para terminar con esa usurpación y garantizar los plenos derechos políticos de quienes nos quedamos”.
“Ellos quedaron en minoría en el Congreso partidario del 2019 y por eso se apartaron”, agregó el referente histórico de ese espacio de izquierda.
Como en 2019 fueron a una interna dentro del FIT en las Primarias Abiertas, el problema se zanjó de esa manera, pero esta vez, al no haber PASO provinciales, el debate será aún más candente. En ese momento, el espacio de Pablo López y Claudio del Pla triunfó junto al PTS, frente a la lista conformada por Gil y Jorge acompañando al MST.
De todas maneras, López adelantó que su sector defenderá la unidad del Frente de Izquierda, como lo viene haciendo, “y este grupo que rompió no sabemos qué va a hacer, porque ellos han atacado en este período al FIT”.
Reconoció que ven que hay condiciones como para recuperar algo de terreno perdido debido a las peleas que existen en otros partidos y por lo difuso del panorama, pero subrayó: “Nada te asegura un resultado, va a depender de nuestro accionar previo a las elecciones”.
“Ellos te arman listas fantasmas con gente conocida de la noche a la mañana, tienen margen de maniobra para hacerlo, así que no va a ser automático y vamos a dar la pelea”, culminó.
Del otro lado, Violeta Gil también repudió la decisión de adelantar las elecciones por parte del gobernador Gustavo Sáenz, porque entiende que se van desarrollar en un contexto de “crisis humanitaria”, por la situación de la pandemia a nivel mundial “y con el agravante de que las elecciones se van a hacer en pleno invierno”.
A la crisis por la pandemia le sumó la crisis económica que atraviesan los trabajadores, “que se ha puesto de manifiesto al calor de esta enfermedad”; resaltó que no era necesario el adelantamiento “porque quienes ganen van a terminar asumiendo recién en diciembre”, y consideró que es una mera especulación gubernamental para tapar el momento crítico que atraviesa la provincia debido a la renegociación de la deuda, “Sáenz tiene la soga al cuello y su distanciamiento en términos políticos del gobierno de Alberto Fernández es un guiño, una señal a los intereses que hoy en día los especuladores y los acreedores internacionales le reclaman a la provincia”.
En su análisis de cara a las elecciones, sostuvo que “el nivel de dispersión política es enorme”, lo que le daría una chance al PO y los que integran el FIT de crecer en representación, “el desafío que tiene la izquierda es muy importante, o por lo menos tiene la vara muy alta”, indicó.
Fue justamente allí donde comenzó a fustigar a los sectores que tradicionalmente representan a la izquierda, al considerar que desde 2015, pero sobre todo en 2019, “ha demostrado un retroceso político y electoral enorme, que no es azaroso, sino la consecuencia de una izquierda que se colocó lejos, en la esquina de un desarrollo real de los procesos de lucha que hoy en día están llevando los trabajadores”.
Para ella, el desafío es recuperar una referencia política para los trabajadores “como fuerza real, como movimiento genuino que interviene en los procesos de lucha y contribuye a que se desarrollen”.
Añadió que desde el espacio en el que participa entienden que la izquierda debe ir unida pero aclaró que su posición es opuesta a la “de querer contribuir al desarrollo de posiciones ajenas al interés general por un mero interés de autopreservarse”. “Esa es la discusión central que hay que dar”, subrayó, porque de esa manera, según la referenta, se podrá medir “hasta qué punto podemos actuar en común”.
En contraposición a Pablo López, aseveró que “fueron ellos los que se retiraron del partido” y lo justificó aduciendo que ella misma es la apoderada del partido y que el otro sector estaría constituyendo una nueva personería jurídica. “Hace dos años, Claudio del Pla y Pablo López fueron candidatos del PTS, no del PO”, manifestó Gil y apunto a ese espacio como “personalista” y de no querer discutir, sino decidir a dedo quiénes serán los candidatos.
Con respecto a las decisiones que tomarán, expresó que primero tendrán una serie de reuniones asamblearias el 20 de febrero en lo que será su “primer encuentro regional para discutir las dirección política y a trazar nuestra orientación en cuanto al proceso electoral”.