Los consultores discrepan entre sí respecto de Cristina Fernández de Kirchner. Algunos sostienen que debe ser candidata, otros consideran que no conviene. En cambio hay bastante consenso en cuanto a que Randazzo y Massa deben postularse, porque corren peligro de salir de la escena. Respecto de Elisa Carrió tampoco hay acuerdo: algunos creen que a Cambiemos le conviene que se presente en Provincia de Buenos Aires y otros en CABA. Según parece Carrió ya tomó la decisión de competir en territorio porteño.
“Hasta el momento las encuestas coinciden en que Cristina es la mejor candidata para la crucial provincia de Buenos Aires –dice Roberto Bacman–. No sólo por su imagen positiva en dicho distrito sino por la intención de voto, donde la mayor parte de las consultoras afirman que lidera las preferencias de los bonaerenses, en especial haciendo foco entre los residentes del conurbano bonaerense. Y desde esa perspectiva le conviene. Sólo depende, pura y exclusivamente, de su decisión”.
Mora y Araujo evalúa que “a Randazzo y Massa se presume que les conviene ser candidatos y seguir jugando como protagonistas de este acto. Cristina es distinto, porque para ella una mala elección sería terminal y por otra parte su exposición en una campaña electoral puede convertirla en un blanco recurrente de ataques que pueden dañarla aun más de lo que está”.
Fidanza afirma que “lo más claro es que a Cambiemos le conviene que Carrió compita en provincia porque allí el oficialismo no tiene candidatos relevantes. Massa dependerá de si se enfrentan Carrió y Cristina, porque son figuras demasiado polarizantes. Randazzo tiene menos trascendencia de la que se le asigna, no es una figura fuerte para la opinión pública. Y sobre Cristina dependerá del guión que ella se trace para el final de su carrera. Puede ser la candidatura o la victimización”
Artemio López considera que “Cristina ha cobrado una centralidad opositora de tal magnitud que ni siquiera el más optimista K hubiera imaginado. Es muy positivo para el sistema democrático que una alternativa electoral real como la que expresa siga en crecimiento y, de las herramientas coyunturales, será ella la que defina cual utilizar. Capital parece un distrito mas amigable para Carrió, también el posible para una intensa campaña, por su breve extensión territorial”.
Ricardo Rouvier señala ambivalencias. “Hay aspectos favorables y desfavorables para que CFK sea candidata. Entre los primeros está que ella es la precandidata con mayor intención de voto; pero la distancia que tiene hoy sobre Elisa Carrió no permite proyectar un resultado definitivo. Randazzo, es un político que utiliza el silencio y el timing tiene un nivel de imagen favorable y además la expectativa que genera su laconismo. Las elecciones son una buena oportunidad para que el ex ministro vuelva al ruedo”.
“Cristina es la principal referente de la oposición –sostiene Fernando Zack–. Entre Octubre de 2016 y Marzo de 2017 hemos realizado cuatro mediciones en la Provincia de Buenos Aires en las que analizamos posibles escenarios para las elecciones legislativas de este año. En todas ellas CFK es clara ganadora obteniendo 33 puntos aproximadamente y a 10 puntos de distancia del candidato de Cambiemos”.
Analía Del Franco discrepa: “Cristina, que cuenta con un perfil definido, también piso y techo de apoyos, podría mantenerse como garante de cualquier lista sin necesidad de riesgos políticos personales”.
Para Ignacio Ramírez, “ dejando de lado a CFK, todos los demás dirigentes importantes necesitan participar de estas elecciones, no tanto para ganar sino para resolver diferentes desafíos. Randazzo necesita dejar de ser una promesa y materializar las expectativas que suscita, Massa necesita revertir un atributo que se la ha fijado: ser una figura sinuosa y poco confiable, Carrió necesita demostrar que su competitividad electoral legislativa se mantiene vigente. En fin, todos necesitan competir ya que estas elecciones no elegirán a los protagonistas del 2019, pero sí filtrarán a quienes quedarán en un segundo plano. De cualquier manera, la política es el arte de desafiar las regularidades politológicas”.