Grupos de padres, cooperadoras escolares, estudiantes secundarios y sindicatos docentes de la Ciudad de Buenos Aires reclamaron a la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, que postergue el comienzo de las clases presenciales, fijadas para el 18 de febrero , tras advertirle que hay cientos de edificios escolares que no reúnen las condiciones para una presencialidad segura. Plantearon que el protocolo para el regreso a clases que elaboró el gobierno porteño "fue redactado por funcionarios que no conocen la realidad de las escuelas" y que "su cumplimiento es imposible". Para una presencialidad segura pidieron, entre otros puntos, que se organice un sistema de transporte escolar gratuito para los alumnos y el nombramiento de docentes para repartir a los estudiantes en grupos reducidos. Además, denunciaron que los integrantes de la comunidad educativa, que tienen un rol clave para la regulación de los comportamientos sociales, no han sido escuchados en la preparación del regreso a las clases presenciales. 

"Hay problemas edilicios, no empezaron a vacunar a los docentes, no está claro qué va a pasar con uso masivo del transporte público: la mitad de los alumnos del distrito lo usan para llegar a la escuela. Faltan artículos de limpieza para las aulas y de higiene para los baños... No rechazamos la vuelta de clases, pero sí estamos planteando que no se puede hacer en estas condiciones", definió Pablo Cesaroni, del colectivo Cooperadoras en movimiento.

Un conjunto de once organizaciones que nuclean a estudiantes, padres y cooperadoras dieron una conferencia de prensa frente a la sede del gobierno porteño en la que plantearon sus preocupaciones. 

Consultada por Página12, Paula Acosta, de Familias Organizadas del Mariano Acosta, dio algunos ejemplos. Contó que "para los 400 alumnos del nivel primario -el del Normal 2- hay tres inodoros.

"En las escuelas de CABA tenemos una realidad de falta de mantenimiento de los edificios que es previa a la pandemia, que el gobierno porteño no solucionó durante los meses en que no hubo clases presenciales y que ahora tiene consecuencias. El protocolo que redactó la Ciudad para el regreso seguro es imposible de sostener en la realidad".

"Nosotros no estamos de acuerdo en que haya 30 pibes en un aula. Si la conducción de la escuela quisiera distanciarlos no podría, porque no alcanzan los espacios bien ventilados. Tal vez pueda alternarlos, pero hay que hacer una planificación. Nos preguntamos también qué va a pasar con los docentes secundarios, que dan clases en 20 cursos, literalmente", dijo.

En la rueda de prensa, Vacantes para Todxs en las Escuelas Públicas dio a conocer un documento en el que aseguró que las tres medidas mínimas de cuidado.

**distanciamiento de 1.5 metros

** higiene 

**ventilación

Dijeron que "son hoy imposibles de garantizar".

En el texto, cuestionaron tanto al gobierno porteño como al nacional. "Vemos con preocupación cómo el gobierno nacional, las provincias y la Ciudad se han puesto de acuerdo para una escolaridad presencial masiva sin tener en cuenta el índice epidemiológico, ya que no ceden los casos y tampoco están dadas las condiciones materiales", aseguraron.

En ese marco, señalaron que "los gobiernos nunca explicaron de qué manera van a llevar adelante aumento de suministros de elementos de seguridad e higiene, ni cuántos docentes más van a designar para poder desdoblar los cursos". Para los secundarios se cometió un grave error al no haberlos integrado a mesas de trabajo para organizar la presencialidad. 

Amparo López, del Centro de Estudiantes del Lenguas Vivas, señaló que "se nos está excluyendo cuando somos quienes mejor podemos asegurar una presencialidad segura". "Nosotros venimos desde el comienzo de la cursada virtual reclamando que se nos reciba. Esta gestión, que nunca pisó una escuela pública y no nos recibe como estudiantes, no sabe lo que que es la realidad de las escuelas".

"A menos de dos semanas de la fecha fijada para el inicio de las clases tenemos un protocolo que deja muchos huecos y nos pone en peligro. Pedimos es que se asegure lo mínimo indispensable: el distancia, la higiene, la ventilación de las aulas. Queremos salir del falso eje que se instaló en la discusión, porque todos estamos de acuerdo con volver a las clases presenciales. El tema es volver en condiciones seguras".