El ciclo de radioteatros de la AM 750, Vuelve, surgió a mediados del año pasado en plena pandemia, "entre la angustia de los actores de no poder actuar y la de la falta de presencialidad", dice su directora general, Marina Glezer. "La magia acotó la brecha generacional. El público incluyó tanto a los jóvenes que se impulsan por el arte dramático, que tienen curiosidad y recorren las salas independientes, como a aquellos que vivieron la época del radioteatro con sus familias, los que tenían una añoranza", celebra. Por esa repercusión es que este sábado 6 a las 23 arranca la segunda temporada, con La delegada, un amor sindical, obra interpretada por Natalia Oreiro y Germán Palacios, escrita por Pablo Dipierri y dirigida por la misma Glezer.
La conductora de Pasajera en trance en la emisora y también actriz dio vida a un ciclo "diverso, heterogéneo, abierto, plural", en el que caben "actores mainstream y del indie", obras que ella había visto con anterioridad y que funcionaron "en el espectro de lo sonoro" y otras nuevas, creadas especialmente por dramaturgxs convocados. Previamente, ella indagó en el género que fue furor en las décadas del '50 y '60. La tarea, aclara varias veces durante la entrevista con Página/12, es "en equipo", porque jamás el teatro se hace en soledad. "Dejar de ver para empezar a escuchar fue un gran ejercicio de la pandemia. Y fue una gran idea llevar el teatro a la radio, también para cortar con que todo sea digitalizado. El teatro es extremadamente sensorial; el radioteatro también. El ciclo implicó no perder la sensorialidad habiendo perdido la presencialidad y el contacto físico. Había que sí o sí recurrir a los sentidos", define.
"En la Argentina el desarrollo de la actividad teatral es muy contundente. Parada generaba una desazón. Hubo que ganar coraje frente a la incertidumbre para seguir haciendo por donde se pudiera. Si algo tiene el teatro es que no ha muerto ni en la guerra. Siempre fue iluminador; siempre dejó ver la luz", expresa la artista.
La primera temporada tuvo 29 episodios -muchos se pueden escuchar en la página web de la radio-. Participaron, entre otrxs, actores y actrices como Luis Machín, Patricio Contreras, Violeta Urtizberea, Gabriel Goity, Luis Ziembrowski, Valeria Lois, Nora Cárpena, María Merlino, Martín Slipak, Mónica Cabrera, Eleonora Wexler y Diego Velázquez. La segunda temporada mantendrá el mismo formato: materiales de 50 minutos de duración. "Por supuesto que se empieza a afinar la pluma, en relación a lo que se puede generar de contenido en ese período de tiempo y lo que se indaga a través de la postproducción, en la ampliación imaginaria para generar otros mundos, tan necesarios en tiempos en los que la realidad te empapa, te empuja, empaña y golpea", dice Glezer.
El telón se abre con una historia de amor entre dos sindicalistas encarnados por Oreiro (en el rol de Ana Suárez) y Palacios (Remache), quienes se enamoran durante la crisis de 2001. La idea original es de Glezer. "Se me ocurrió en medio del vapuleo que hay socialmente a cierto orden sindical. A veces pareciera que no se entiende muy bien de dónde surgen los derechos y las conquistas. Ana se enamora de Remache y queda varada en Uruguay. Tienen una disrupción amorosa por chat; van recordando su pasado y hablan del presente", detalla la directora. "La obra tiene condimentos del contexto sociopolítico actual", remarca. Esa es una línea común en todas las producciones. "El disparador siempre es un conflicto, y sobre todo, uno del contexto sociopolítico."
Como en todos los casos, los ensayos fueron por Zoom. "Germán y Natalia ya habían sido compañeros en varias oportunidades, se respetan y se tienen mucho cariño. Son una dupla extraordinaria. Los admiro a ambos. La sutileza de ella, por ser uruguaya, y la sutileza actoral de Germán configuran un combo muy potente. No habían hecho nunca radioteatro. Para ellos fue jugar con las voces y personajes totalmente diferentes a ellos", relata Glezer sobre el proceso. Y añade: "Fue lúdico. Lo solemne termina anulando y lo lúdico siempre da una posibilidad más".
La programación de febrero se completa con Casting Sábana, de y por Mario Segade, con Julieta Zylberberg, Vanina Montes, Lucas Fauno y Segade (13/2); Las mutaciones, de y por Valeria Correa, con Lorena Vega y Leonardo Murúa (20/2); Salón de belleza, de Glezer -quien también dirige- y Sonia Stigliano, con Maitina de Marco, Gilda Scarpetta y Luciana Lifschitz (27/2). "Relacionar mundos disímiles que nunca habían estado colisionados y de repente chocan y producen un hecho mágico" es el espíritu de la segunda edición del ciclo. Están convocadxs, además, Víctor Hugo Morales -para ser dirigido por Julieta Otero--; Norman Briski, Palacios y Leticia Brédice -Glezer los dirigiría en una adaptación de Camino negro, de Oscar Viale-. También Inés Efron, María Canale, Nicolás Goldschmit y Juan Grandinetti. "Habrá radioteatros contundentes en torno a Malvinas y la dictadura", adelanta la directora, quien se encuentra en Uruguay trabajando en el doblaje de la película Reus II, de Eduardo Fernández y Luis Pereira, en la que actuó. A la vez se prepara para comenzar a fin de año el rodaje de su primer largometraje, La ruptura.
Salón de belleza, la obra que dirigirá en la 750, estuvo un año en cartel en Nün Teatro Bar (2018) y aborda los vínculos entre madres e hijas y los valores de la sociedad heteronormativa. "Una madre dependiente y dominante necesita que sus hijas reafirmen su condición de mujeres casándose y teniendo hijos. Es una cosa un poco anacrónica o cuestionable, en el marco de mucho humor en un salón de belleza de barrio del conurbano", describe. Y concluye: "En los radioteatros las voces de los actores tienen que tener contundencia dramática. Quienes tienen tanta experiencia en teatro proyectan de una manera diferente a quienes no la tienen. En tiempos difíciles es la única manera que encuentro, la llave para abrir puertas, cuando todo parece una encerrona".