El dueño de una inmobiliaria de Hurlingham fue hallado muerto, asesinado a golpes, en el baño de una casa ofrecida en alquiler que había ido a mostrar a unos supuestos interesados. Los sospechosos son dos hombres y una mujer, no identificados, a los que las cámaras de seguridad registraron cuando salían de la escena del crimen. El móvil no fue el robo, se investiga si fue una venganza y la familia desmintió la existencia de un supuesto “juicio millonario” en contra de la víctima.
La hipótesis de la venganza se sostiene en el hecho de que los autores no se llevaron dinero, ni el auto, ni ningún bien perteneciente a la víctima. El hombre asesinado, Mariano Alberto Marino, de 59 años, era martillero público y dueño de la inmobiliaria “Marino Propiedades”, con domicilio en avenida Vergara 3896, de Hurlingham.
“Nunca tuvimos conocimiento si mi padre tenía problemas de dinero, ni deudas, y mucho menos de un juicio millonario” en su contra, aseguró Estefanía, hija del martillero asesinado en el interior de una casa, en la localidad de William Morris. La hija lo vio por última vez el martes y dijo que no lo notó preocupado ni nervioso.
Estefanía Marino aseguró que su padre nunca le dijo que tuviera “alguna amenaza de venganza ni nada parecido”. Admitió, de todos modos, que “algo pasó porque no fue un robo y parece que fue algo pensado. Todo muy raro. Estamos destruidos como familia”.
Agregó que “mi abuela, la mamá de mi papá, es la que más me preocupa, porque perdió a sus dos hijos en un año. Es antinatural, no lo debe entender. Y de manera muy trágica los dos. Mi tía murió en un accidente”, dijo Estefanía, que aseguró que aún no “cayó” en asumir el hecho de que su padre fue asesinado.
Los investigadores mantienen la hipótesis de la venganza por la violencia ejercida sobre la víctima, asesinada a golpes, y porque dejaron el cuerpo en el baño, con las manos y los pies atados. Se presume que los agresores primero lo redujeron, lo ataron y luego comenzaron a golpearlo hasta darle muerte.
El “juicio millonaria” del que se habla, sin mencionar en el caso al hombre asesinado, es un tema que surge de la existencia de unas 300 denuncias por la venta ilegal de terrenos fiscales en los principales partidos de la zona oeste del conurbano bonaerense.
Por las características del hecho, se investiga si el hombre tenía alguna deuda o un conflicto personal. El hallazgo del cuerpo se produjo después de las 19 del jueves, en una casa en alquiler ubicada en Delfor Díaz y Villegas, en la localidad de William Morris.
Marino había salido de su casa poco antes de las 19 del jueves, en su Peugeot 206 gris, y le dijo a su esposa que iba a mostrarle una propiedad en alquiler a una pareja. La mujer se preocupó, porque pasaron más de dos horas y su marido no regresó ni respondía a sus llamados.
La mujer, por medio de una aplicación, logró geolocalizar el teléfono celular de su esposo en Villa Trujui, partido de Moreno. Fue hacia el lugar y encontró el Peugeot 206 de su esposo, en Junín y Quilmes, a la vera del río Reconquista. En el vehículo encontró todas las pertenencias de su marido, incluyendo su billetera, las llaves y un reloj.
Ante el cuadro con el que se encontró, la mujer se dirigió a la comisaría segunda de Moreno, la más cercana, para hacer la denuncia por “averiguación de paradero”.
Convocados por las autoridades policiales, los bomberos voluntarios de Moreno encontraron, a la orilla del río, el teléfono celular de la víctima. Acompañada por la policía, la esposa de Marino se dirigió a la casa de William Morris que su esposo había ido a mostrar a los supuestos interesados en alquilarla. Antes, la mujer había dado aviso de la situación a la hija de su esposo. En la casa, encontraron el cuerpo sin vida de Marino, encerrado en el baño.
El caso fue investigado en primera instancia por el fiscal Leandro Ventricelli, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 del Departamento Judicial Moreno - General Rodríguez, quien, con ayuda de la familia, pudo desbloquear y acceder al contenido del celular de la víctima.
Encontraron los mensajes intercambiados entre Marino y los supuestos clientes. Los dos hombres y la mujer, captados por las cámaras de seguridad, se alejaron de la escena del crimen en dos autos, uno de ellos el de la víctima, y acompañados por una persona en moto. También fueron captados por las cámaras de seguridad, circulando cerca de las nueve y media de la noche del jueves, por la Autopista del Buen Ayre. Se presume que ahora la causa sería derivada al Departamento Judicial de Morón, ya que el homicidio ocurrió en un lugar que corresponde a esa jurisdicción judicial.