Nacido en 1985 en Quito, fue criado por su abuela, mujer de 106 años que trabajó 40 años como profesora, el economista que se define como post-keynesiano construyó una firme trayectoria académica que articuló y consolidó con el desarrollo y gestión de diferentes instituciones de la administración pública durante las últimas dos décadas.
Definido por el entorno del exmandatario Correa como "un hombre de su máxima confianza, muy radical y pragmático", Arauz, de 36 años, encabeza la fórmula presidencial por la coalición Unión por la Esperanza (UNES) junto a un hombre externo al correísmo, el periodista Carlos Rabascall.
Exministro de Rafael Correa, hombre de la academia y políglota, Andrés Arauz es el elegido de Correa para construir una unidad que atraviese, al menos en parte, la grieta que divide ese país. A sus 30 años, Arauz fue ministro de Conocimiento y Talento Humano de Correa. Dos años después, en 2017, ministro de Cultura, aunque por poco tiempo porque cuando el actual presidente Lenin Moreno, asumió ese mismo año, él optó por volcarse al ámbito académico. Fue investigador en el Centro Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), en 2017 fundó el Observatorio de la Dolarización y, actualmente, es miembro del Consejo Ejecutivo de la Internacional Progresista, organización que reúne a políticos e intelectuales con tendencia progresista, socialdemócrata o de izquierda, y del Grupo de Puebla.
"El correísmo conjugó cierta radicalidad política con alto nivel tecnocrático y, contrario a los estereotipos, institucionalizó una nueva burocracia con capacidades técnicas, que antes de Correa era mucho menor. Arauz representa muy bien eso", explicó el excanciller de Correa y actual candidato a asambleísta, Guillaume Long. "Es una persona que acompañó a Correa, pero no desde la visibilidad. Es un técnico brillante, habla ruso, francés y inglés, y tiene una trayectoria académica internacional con reconocimientos en muchos campos y temas contemporáneos, además de los clásicos de la izquierda", describió.
Arauz y Correa comparten una visión similar del proyecto de nación. "Ambos son economistas que dan importancia a los bienes públicos, a los comunes, tienen discursos con similitudes en la lucha contra la privatización de las ganancias y socialización de las pérdidas, el discurso liberal", resumió Long.