El sindicato químico y petroquímico de Zárate dejó momentáneamente en suspenso la huelga que había convocado para hoy luego de que el Ministerio de Trabajo dictara una nueva conciliación obligatoria. A las 15 horas de hoy está prevista una audiencia conciliatoria con representantes de la empresa Atanor en la sede que el ministerio tiene sobre la calle Callao. Fuentes del gremio informaron anoche a PáginaI12 que si la firma no da marcha atrás con los despidos, se ratificara el plan de lucha. Sólo en la planta de Baradero se quedaron sin trabajo 80 personas que ahora buscan ser reincorporadas.
Atanor, controlada por el grupo estadounidense Albaugh, se dedica a la producción de sustancias químicas. La compañía es el único fabricante del país de agua oxigenada, acetato de etilo, triacetina, ácido acético y anhídrido acético. Los fitosanitarios de la empresa se utilizan para los cultivos de soja, maíz, cereales y algodón. En febrero la firma decidió cerrar sus plantas de Munro y Baradero. En Pilar (Buenos Aires), Córdoba y San Nicolás (Santa Fe) están las otras plantas de la firma.
“Lamentamos informar que la planta (de Baradero) cesará su actividad productiva. Entendemos el impacto que esta decisión tendrá. No obstante, en el marco de dicha decisión, Atanor respetará y cumplirá con la legislación vigente. Para mayor información, comunicarse con el área de recursos humanos”. Estas fueron las únicas palabras de la nota que dejó la empresa y recibieron los trabajadores en la madrugada del 22 de febrero cuando llegaron para iniciar la jornada. En ese momento, el conflicto quedó rápidamente en suspenso cuando el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, pero la medida concluyó la semana pasada e inmediatamente la empresa depositó las indemnizaciones y ratificó que la planta está cerrada, con lo cual 80 personas se quedaron sin trabajo. A raíz de esa situación fue que el gremio decidió convocar a un paro a partir de este lunes que anoche quedó momentáneamente en suspenso luego de que el Ministerio les comunicara que la conciliación obligatoria se extendió y que hoy habrá una nueva audiencia conciliatoria.
Hasta el momento, Atanor viene ratificando la decisión de cerrar sus plantas de Baradero y Mundo para concentrar esfuerzos en el resto de sus fábricas, pero eso supuso el despido de 140 despidos entre las dos plantas que bajaron sus persianas. “Continuamos con un proyecto de inversiones en el país para promover sinergias que permitan seguir ofreciendo un servicio y productos de alta calidad a sus clientes, con el objetivo de fortalecer año tras año el posicionamiento de la compañía en el mercado de protección de cultivos”, informaron luego de anunciar los despidos. Incluso remarcaron que invertirán 70 millones de dólares durante los próximos cinco años. “La idea es mejorar los segmentos de herbicidas, funguicidas e insecticidas, estimando lanzar más de 5 nuevos productos por año hasta el año 2021”. El gremio descree del programa de inversiones y considera probable que la firma busque reconvertirse en una importadora de productos químicos.
La crisis se extiende más allá de Atanor. Otra química que cerró en la zona norte bonaerense es Quipro SA, que despidió a 4 trabajadores hace siete meses y no quiere pagar las indemnizaciones. Agrofina despidió trabajadores y también aplicó suspensiones, Carboclor redujo los salarios en un 35 por ciento y Dico Pack y Laboratorio Pyam no pagan sueldos hace más de dos meses.
En la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano hay 18 mil trabajadores químicos de los cuales 11 mil están afiliados al gremio. Están distribuidos en 600 fábricas, de las cuales 450 cuentan con menos de 20 trabajadores. Hace cuatro años estaban todas las empresas trabajando a full, pero en los últimos meses la situación se complicó para gran parte del gremio. Las empresas químicas que trabajan para el sector automotor y para la industria gráfica están en una situación muy complicada, mientras que las firmas que producen para el sector de agroquímicos e insumos de la construcción muestran un desempeño desparejo.