Tras la decisión tomada por los congresales el último sábado, cuando definieron que será la Comisión de Acción Política (CAP), bajo la conducción de Pablo Outes, la que decida los candidatos para las próximas elecciones provinciales y no a través de internas partidarias o del diálogo entre los diferentes sectores que componen el PJ. La grieta partidaria se sigue agigantando ahora con la renuncia de su presidente, el ex diputado nacional Pablo Kosiner.
La decisión se veía venir cuando el mismo sábado fue el único de la cúpula partidaria que se ausentó sin aviso, aunque ya se rumoreaba que tenía que ver con la manera en que desde el saencismo querían dirimir la elección de los candidatos.
En un documento que presentó ayer al Consejo Provincial Partidario Justicialista, el ex funcionario urtubeicista solicitó que se acepte su renuncia como presidente del PJ local, “a partir de las determinaciones del Congreso partidario”.
En su carta argumentó que su decisión fue para “preservar la institucionalidad de nuestro querido Partido”, e inmediatamente hizo mención a la determinación que tomó el Congreso para que las listas de candidatos “sean nominados por decisión de la CAP sin participación directa de los afiliados”.
“Ante este panorama estoy convencido que corresponde que la Presidencia del Consejo provincial esté a cargo de alguien que coincida plenamente con esta nueva metodología de selección de candidatos. Claramente no soy yo la persona adecuada para ello”, expresó Kosiner en su renuncia.
El coordinador de Enlace y Relaciones Políticas de la Gobernación y presidente de la CAP, Pablo Outes, quiso defender la decisión tomada por el Congreso partidario al sostener que "está opción era necesaria, no una cuestión de concentración de poder sino una necesidad marcada por la situación sanitaria. El crecimiento del partido y la recuperación del partido no están marcados por el llamado a internas", finalizó.
Lo mismo hizo uno de los apoderados del PJ local, Gastón Galíndez, quien no quiso adelantar nombres para sustituir al renunciante debido a que primero el Congreso debe aceptar su renuncia, algo que, informó, se resolverá esta semana. Aunque todo indica que el ex diputado y ex senador provincial por el departamento Orán, Froilán Pedroza, será su sucesor.
Galíndez se mostró sorprendido por la decisión y afirmó que “abiertamente no lo había planteado”. “Él era presidente del Consejo del partido y muchos consejeros dicen que tampoco hablaba con ellos”, añadió.
Para el apoderado del PJ, y aclaró que es una lectura personal y no del conjunto, “deben ser otras cuestiones” las que alejaron a Kosiner. Asimismo, defendió la decisión de otorgar todo el poder a la CAP porque “la imposibilidad de internas es una realidad fáctica, no una intencionalidad política”.
“No sé sus decisiones por dónde pasaron, porque en todo momento se le dio toda la participación y la oportunidad de ser parte del proceso que revierta la debacle política, electoral, administrativa y financiera del PJ”, concluyó Galíndez.
Se van sumando renuncias
A la deserción de Kosiner, se sumó por la tarde la de Fernando Pequeño Ragone. El nieto del ex gobernador Miguel Ragone, desaparecido por el terrorismo estatal, en realidad puso a consideración su renuncia y solicitó una reunión urgente entre los integrantes de la CAP y el Consejo “para acordar sobre diferentes posiciones en relación a estrategias de conducción del Partido y el sistema de construcción de candidatos”.
Pequeño Ragone criticó la forma en que se maneja la actual dirigencia, que quedó plasmada en la decisión que tomó el Congreso el último sábado, y aseguró que no será responsable “de disimular la falta de diálogo, la doble conducción y la futura asimilación del Partido a un modelo y una propuesta electoral ligada a sectores conservadores y neoliberales que ya comienza a delinearse”.
“Hago un llamado a no convertirse en cómplices de un Partido que se cierre sobre sí mismo. Y a continuar trabajando desde donde se pueda, para evidenciar ese proceso advirtiendo caminos alternativos”, agregó. Y cerró su nota recordando a Miguel Ragone y la memoria “de centenares de compañeros asesinados y desaparecidos en este Partido con el objetivo de mantener el privilegio de la conducción y la concentración económica y política”.