La mayoría de las personas desconoce la cruda y dolorosa realidad que debemos enfrentar a diario las personas privadas de libertad en las diferentes penitenciarias de la provincia de Santa Fe. Lo más triste y preocupante de estas problemáticas es que los diferentes estamentos estatales tienen un pleno conocimiento, debido a que se les han plasmado en diferentes oportunidades las graves arbitrariedades con las que proceden tan solo por lineamientos políticos, no respetando lo normado por la ley y diferentes tratados internacionales con jerarquía constitucional. 

Resoluciones, Memorándum y Disposiciones administrativas son impuestas para diagramar los programas de tratamiento de reinserción, causando serios actos discriminatorios, ya que de acuerdo al delito por el que se encuentran penados, es el programa que implementan, siendo que la ley penitenciaria es muy clara en su artículo 5: El tratamiento deberá ser programado e individualizado. La discrecionalidad con que evalúan a los internos se extralimitan de todos los parámetros que deberían utilizar los profesionales (Psicólogos, asistentes sociales, terapistas ocupacionales), los que por quedar bien con el poder político de turno realizan falsos informes, ya que se exceden de sus funciones y tan solo para cumplir con lo encomendado por los superiores. 

Me pregunto una y mil veces, ¿pretenden que nos resocialicemos o tan solo obstaculizan la progresividad para poder dibujar las preciadas estadísticas que en un año electoral afloran en los discursos de los que anhelan mantenerse en un puesto estatal.

Ante la desesperada demostración de acción, proponen creación de nuevas cárceles , porque en un año electoral eso suma. Pregunto ingenuamente ¿van a seguir creando depósitos de personas? Porque hoy no existe la posibilidad concreta de dar tratamientos de reinserción a la población que actualmente se encuentra bajo la órbita del servicio penitenciario de Santa Fe. Como ejemplo se puede poner la cárcel de Coronda, con una población de 1700 internos, existen 450 cupos laborales y 150 educativos, y el resto debe ser favorecido por la suerte. 

Juan Marcelo Priotti

Interno del Instituto Correccional Modelo Unidad N°1 Coronda