El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva logró este martes un importante fallo a favor en el Supremo Tribunal Federal, que por mayoría le otorgó el derecho a acceder a los mensajes filtrados del exjuez Sergio Moro y de los fiscales de la Operación Lava Jato.
El exmandatario se acerca de esta manera a la probable anulación de las condenas en su contra, y cuenta con las pruebas necesarias para demostrar la existencia de una campaña de lawfare y de persecución política.
La sala segunda del máximo Tribunal rechazó un recurso de la fiscalía y de la defensa de Moro y del exjefe de fiscales de Lava Jato, Deltan Dallagnol, que pretendía quitarle a Lula la copia de los diálogos, capturados por un hacker.
En dichas conversaciones quedaba de manifiesto el armado de las causas, y las sugerencias del exministro de Justicia brasileño a los fiscales para reunir pruebas contra Lula por presuntos casos de corrupción, forzando las delaciones premiadas.
En la aplicación Telegram hay mensajes del fiscal Dallagnol festejando la condena a Lula y diciendo que fue un "Regalo de la CIA". También hubo intercambios de información ilegales con fiscalías de Suiza y el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
La postura de los integrantes del Tribunal
"Este modelo de Justicia es de un estado totalitario, que fue complaciente por parte de los medios. Es como dijo el New York Times, es el mayor escándalo judicial de la historia de la humanidad. Está lleno de delitos, repercutiendo en todo el mundo", afirmó el magistrado Gilmar Mendes.
El letrado acusó a Moro de haber actuado en la ilegalidad como una suerte de "Stasi brasileña", al comparar su actuación con la de la policía secreta de la disuelta Alemania oriental.
Mendes dijo que Moro y el proceso del Lava Jato usaron al poder judicial como "la Stasi", desde la ciudad de Curitiba para investigar inclusive a jueces de la Receita Federal, la agencia de recaudación brasileña, obñigándolos a filtrar información a periodistas amigos para sostener los fallos de primera instancia.
La resolución de la fecha es considerada la antesala de la anulación de las dos sentencias dictadas por el Lava Jato contra Lula, quien pasó 510 días preso y fue inhabilitado a participar de las elecciones de 2018, ganadas por Jair Bolsonaro.
En noviembre de 2018, Moro se unió oficialmente al bolsonarismo y asumió el 1 de enero de 2019 como ministro de Justicia, para de allí saltar a la corte suprema, pero renunció al cargo en mayo de 2020 por diferencias con el actual presidente.
Votaron a favor de Lula los jueces Gilmar Mendes, Ricardo Lewandowski, Carmen Lucia y Kassio Nunes Marques, este último designado por el presidente Bolsonaro, mientras que Edson Fachin, quien aparece en las filtraciones como aliado del fiscal Dallagnol y el juez Moro, lo hizo en contra.
Tras la votación, el expresidente Lula informó en Twitter que le dieron el alta luego de quedar internado el sábado por bactieremia en el Hospital Sirio Libanés de San Pablo, donde se trató en 2012 un cáncer de garganta.
El expresidente, de 75 años, padeció coronavirus también durante una visita a La Habana , Cuba, donde cumplió su recuperación antes de su regreso a Brasil, a mediados de enero.