El candidato presidencial del correísmo, Andrés Arauz, celebró que la mayoría de los ecuatorianos se haya inclinado por opciones progresistas en las elecciones del domingo y llamó a la unidad para garantizar la gobernabilidad. Para el economista de 36 años, los resultados de los comicios demuestran que la gran mayoría del país "no quiere seguir por la ruta del neoliberalismo y la bancocracia".
Hasta el momento su acompañante en segunda vuelta sigue siendo una incógnita: con el 99,50 de los votos escrutados, el indigenista Yaku Pérez aventaja por 40 mil votos al empresario Guillermo Lasso. En conferencia de prensa desde Quito, Arauz manifestó además su rechazo al proyecto legislativo que busca privatizar el directorio del Banco Central, enviado por el presidente Lenín Moreno el lunes por la noche. Le pidió a los congresistas que archiven la iniciativa, a la que calificó de "inconstitucional".
"Creo que el siete de febrero el país tuvo una victoria popular que se refleja por este gran consenso, con 70 por ciento de la población votante optando por esta coalición, este gran bloque histórico que representan el progresismo, la unidad plurinacional y la socialdemocracia en Ecuador", dijo Arauz en un encuentro con periodistas desde la capital del país. "Pese a todas las estrategias mediáticas de la derecha, el pueblo ecuatoriano ha dicho basta a la traición", agregó.
"Quisiera hacer un llamado a la unidad del futuro, es momento de dejar de hablar del pasado, Ecuador tiene desafíos y retos enormes y tenemos que enfocarnos en el futuro", planteó el joven economista. En ese sentido, aseguró que su fuerza política ya inició conversaciones con el resto de las formaciones para alcanzar "acuerdos legislativos y programáticos".
"Ojalá pronto podamos comunicar resultados muy positivos que dotarán de certidumbre y gobernabilidad a nuestro proyecto político", manifestó Arauz, quien expresó que es su responsabilidad como bloque mayoritario lograr dichos consensos "por el bien del Ecuador".
El candidato de Unión por la Esperanza (UNES), que se jactó de haber ganado la primera vuelta con "más de un millón de votos" frente a la segunda fuerza, pidió a todos los actores políticos "paciencia, prudencia y no violencia" de cara a la publicación definitiva de los resultados. Todavía no se definió quién será su rival en el ballotage del 11 de abril. Hasta el momento, el líder indigenista Yaku Pérez mantiene una leve ventaja sobre el empresario y candidato de la derecha Guillermo Lasso, pero aún quedan boletas por escrutar.
Pérez acusó este martes al expresidente Rafael Correa, que actualmente reside en Bélgica, de "meter la mano" en el recuento electoral para impedirle llegar a la segunda vuelta. Por su parte, Lasso se aferra a las 2.851 "actas con novedades", aquellas que deben ser revisadas y representan al 7 por ciento del total de las actas del proceso electoral, para soñar con instalarse en el ballotage.
En otro tramo de su discurso, Arauz rechazó el proyecto legislativo de privatización del directorio del Banco Central del Ecuador (BCE) presentado por el gobierno saliente. "No es admisible que se quiera privatizar la gobernanza del BCE para que los banqueros puedan seguir en el ejercicio del poder, independientemente de la voluntad democrática del pueblo", manifestó.
La denominada reforma al Código Monetario y Financiero fue enviada por el Ejecutivo a la Asamblea Legislativa "con carácter económico urgente", por lo que si no logra tratarla en un mes, la medida podría ser adoptada por decreto. Arauz advirtió que de lograr su aprobación, la normativa dejaría al siguiente gobierno "sin instrumentos efectivos" para poder aliviar la "enorme carga de endeudamiento" que están sufriendo "las familias ecuatorianas y los empresarios honestos".
Arauz también señaló que el proyecto atenta contra la Constitución ecuatoriana. Por eso, el candidato de UNES llamó a los asambleístas actuales y venideros a mantenerse "firmes y alertas" frente al texto y les pidió alcanzar "un acuerdo programático" para poder garantizar los derechos de los ecuatorianos y evitar la profundización de la agenda neoliberal en estos últimos meses de gobierno de Lenin Moreno.