El presidente de Haití, Jovenel Moise, ordenó jubilar a tres jueces del Tribunal de Casación, incluido el designado por la oposición para ponerse al frente de un gobierno de transición, en medio de la grave crisis política que atraviesa el país. La oposición haitiana, que había fijado el 7 de febrero como fecha del fin del gobierno de Moise al entender que su mandato arrancó tras las anuladas elecciones de 2016, nombró el domingo a Joseph Mécène Jean-Louis como presidente interino, poco después de que Moise denunciara un intento de golpe de Estado. Hasta el momento el ejército responde a Moise y reprime las manifestaciones contra su gobierno.

Moise cuenta con el respaldo expreso del gobierno de Joe Biden, quien apoya la tesis de que su mandato dura hasta 2022. El presidente estadounidense prometió dar marcha atrás con la agresiva política migratoria de Donald Trump, aunque el lunes más de 72 personas fueron deportadas a Haití por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). Entre ellas hay al menos 20 niños y un bebé de dos meses. El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, había asegurado que se suspendían las deportaciones por 100 días exceptuando a presuntos delincuentes.

El presidente de Haití, que sostiene que su mandato arrancó cuando tomó posesión en 2017, emitió un decreto en el que "ordena la jubilación" a Joseph Mécène Jean-Louis y los también jueces del Tribunal de Casación, Wendelle Coq Thélot e Yviquel Dieujuste Dabrézil. De acuerdo al diario Le Nouvelliste, el mandato de Jean-Louis concluye este mismo año, mientras que los de Thélot y Dabrézil (uno de los 23 detenidos del domingo tras la denuncia de Moise sobre una intento de golpe) lo hacen en 2022 y 2029, respectivamente. 

Jovenel Moise, heredero político de Michel Martelly, atraviesa uno de los mandatos más turbulentos desde la revuelta armada que desalojó del poder a Aristide en 2004. Debido a las masivas protestas se aplazaron sin fecha las elecciones legislativas previstas para 2019, lo que llevó a dejar prácticamente clausurado el Parlamento en enero de 2020 y le ha permitido a Moise a gobernar por decreto desde entonces. 

La comunidad internacional ha criticado duramente al mandatario por extralimitarse en sus funciones con los decretos, mientras que la oposición lo tilda de dictador. El martes las calles de Puerto Príncipe permanecían casi vacías. Por la tarde del lunes una protesta espontánea en las cercanías del Palacio Nacional fue reprimida con gases lacrimógenos y disparos de policías y militares. Al menos dos periodistas de medios locales fueron heridos de bala.

En medio de un clima enrarecido, se conoció la noticia de que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) había deportado al menos a 72 personas a Haití. Entre los deportados hay un bebé de 2 meses, lo que parece contradecir la orden del gobierno de Joe Biden, que ordenó la suspensión durante 100 días de las deportaciones como uno de sus primeros actos en el cargo.

"Es inconcebible para nosotros como país continuar con las mismas políticas crueles que persiguió la administración Trump", dijo Guerline Jozef, directora ejecutiva de la ONG Haitian Bridge Alliance. En declaraciones a la versión estadounidense de The GuardianJozef aseguró que no era seguro devolver a los niños al entorno haitiano: "Es como si se estuviera quemando una casa y, en lugar de sacar a la gente, Estados Unidos envía bebés indefensos a un hogar en llamas".