El movimiento La Dignidad Confluencia realizó ayer un escrache frente a la Sociedad Rural Salteña en reclamo fue por el elevado precio de los alimentos, ya que aseguran que las empresas venden los productos a precios de exportación, con el consiguiente perjuicio para los sectores medios y populares. Por otro lado, el presidente de Prograno, Lucas Norris, aseguró que el aumento de las materias primas en el mercado internacional no tiene gran impacto en los precios locales y que hay otros componentes inflacionarios que inciden.
La convocatoria fue a nivel nacional, con manifestaciones en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y también en Salta, con la denuncia a un "poder cartelizado del complejo-agroexportador transnacional, en el que cinco empresas, Cargill, COFCO, Bunge, ADM-Toepfer y Aceitera General Deheza, concentran prácticamente dos tercios de las exportaciones", y a esto se suma el "poder de sus socios locales como la Sociedad Rural Argentina", que "organizan un nuevo embate que atenta otra vez contra el bolsillo de la clase trabajadora", denunció La Dignidad.
"Los sectores exportadores, los grandes pools de siembra, están subiendo los precios indiscriminadamente. Si les toca una buena racha de precios internacionales y pueden vender mucho de la producción, bienvenido sea el margen de ganancia que pueden tener los exportadores, pero no pueden tener la codicia de pensar que los argentinos podemos pagar los alimentos de la mesa familiar en dólares", sostuvo el referente de La Dignidad en Salta, Tupac Puggioni. Además, explicó que le piden al gobierno nacional que tome "medidas urgentes e imprescindibles en el marco de la gran crisis y pobreza que dejó el macrismo en la Argentina, más los problemas que son producto de la pandemia". "Estamos viviendo una situación caótica en muchos sectores sociales: populares, de clase media, las pymes, los pequeños productores", señaló.
Puggioni sostuvo que hay una "especulación sin límite" por parte de las empresas del campo, que "pretenden dolarizar" el precio de los alimentos esenciales, "contra un salario de los trabajadores de la economía popular que no llega a los 30 mil pesos en Salta". Desde La Dignidad, el pedido al gobierno nacional es que ponga un límite a las exportaciones y los precios. Puggioni consideró que primero se debe garantizar el abastecimiento del consumo interno para después exportar; además, apuntó a la necesidad de desarrollar el mercado interno y que los sectores de la economía popular tengan participación.
Desde la mención al precio de la carne, que en Salta ronda los $1000 el kilo, o al pan, que supera los $100, desde La Dignidad señalan que el empresariado pretende "equiparar los precios internacionales con los precios del mercado interno en tiempos de emergencia sanitaria y de emergencia social. Pretenden dolarizar el precio de la comida, mientras nuestros salarios en pesos siguen depreciándose por la presión devaluatoria, la inflación como producto de la concentración económica y la falta de controles por parte del Estado nacional para combatir la evasión y la especulación".
Puggioni destacó la contradicción de que al lado de los campos de soja, la gente no tiene para comer. "Se han desmontado millones de hectáreas y se ha producido más pobreza que antes, no se distribuye y después se expulsa de la tierra a las comunidades originarias y criollas, no se les da nada y han construido los conurbanos como el que se ve en Orán, donde el narcotráfico se ha vuelto una alternativa económica de vida, pareciera algo orquestado", aseguró.
Contó que pretenden armar una mesa con los movimientos sociales, sectores de la economía popular, pymes y pequeños productores para exigir al gobierno provincial participación en las políticas públicas, ya que opinó que no hay un plan económico que los incluya en Salta.
El referente también se quejó de que la entrega de mercadería en la provincia es "a discreción", y dijo que siguen sin llegar los alimentos a los merenderos y comedores, y a las comunidades originarias.
"Como nos pidió alguna vez el compañero presidente Alberto Fernández, salimos a la calle porque estamos convencidos de que hay cosas que están fallando", expresa el comunicado de La Dignidad.
Por su parte, el presidente de Prograno, Lucas Norris, consideró que el reclamo frente a la Sociedad Rural como representante del campo es un despropósito, y que hay otras cuestiones por las cuales salir a protestar. Sostuvo que "el campo no es responsable" de la suba de los precios sino que hay otros componentes que inciden en su composición, como "el transporte, el aumento al gasoil, la carga la impositiva, la emisión monetaria, que se traslada al precio".
"Hay un problema que va más allá de los precios internacionales (...) en Argentina no hay un plan de gobierno definido. Hay una inflación abismal hace muchísimos años, evidentemente es el nudo de la cuestión, el gobierno no está pudiendo controlarla y trata de amenazar a los productores como si fueran los culpables de los precios en los alimentos en general o en la carne", afirmó.
Norris indicó que en la composición del precio de la leche, el pan o la carne, el denominado "campo" tiene una incidencia baja y aportó algunos detalles de la Fundación FADA. En cuanto al precio de la leche, el 30,5% depende del tambo; el 39,3, de la industria; el 18,6, del comercio y el 11, 6%, de los impuestos. En cuanto al precio del pan, en un 12,3% incide el costo del trigo; 5,9% es del molino; 56,9%, de la panadería y 24,9%, de los impuestos. El precio de la carne está compuesto por la cría en un 29,1%; el feedlot, en un 22,5%; el frigorífico, en un 4,9%; la carnicería, en un 14,3% y los impuestos, en un 29,2%.
El presidente de Prograno consideró que el gobierno nacional "debería acomodar los impuestos". Aseguró que al no poder controlar la inflación "están buscando un culpable e insistió en que no pretenden que los argentinos paguen a precio internacional los alimentos. "Hay un sesgo hacia los sectores del campo que no es la realidad que estamos viendo", expresó.
Asimismo, afirmó que "las retenciones vienen de hace mucho y no han solucionado nada, hoy el gobierno pretende aumentar las retenciones, ¿para qué? recaudar más, para distribuir planes sociales. Nos parece que deberían fomentar la inversión privada para generar más fuentes de trabajo".
También sugirió que el gobierno podría bajar el IVA para algunos sectores, como ya se hizo en otros momentos, con "efectos positivos e inmediatos" y "buscar otras herramientas, en vez de aumentar los derechos de exportación".