En el tercer día de trabajo presencial en las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires diez docentes y auxiliares fueron diagnosticados positivos para covid-19. Debido a que no les hicieron testeos previos, el lunes concurrieron a sus lugares de trabajo. Más tarde se realizaron la prueba, que es de carácter voluntario y no obligatorio, y se enteraron de que estaban contagiados. En ese marco los trabajadores fueron aislados junto a sus contactos estrechos.
A los casos confirmados en el Otto Krause, el Jardín Integral 13 del Distrito Escolar 20, la Escuela 12 de Belgrano, la escuela parroquial Harilaos y la Escuela Media 7 del Distrito Escolar 9, se le sumó otro en la Escuela 11 del Distrito Escolar 2, mientras que el plantel de la Escuela Integral Interdisciplinaria (EII) N°5 se encuentra aislado y a la espera de los hisopados.
Por otra parte, si bien en un primer momento se informó sobre un caso positivo en el colegio de gestión privada Santa Clara, fuentes cercanas confirmaron a Página|12 que la persona con síntomas no es un docente sino un cura del colegio, y que todavía están a la espera del resultado del test.
La confirmación de estos casos se da en medio de la polémica sobre las medidas dispuestas para la Ciudad para la vuelta a las clases presenciales. Los alumnos volverán a las aulas a partir del próximo miércoles, y el objetivo declarado por el Ministerio de Educación, a cargo de Soledad Acuña, es que los todos chicos tengan clases todos los días.
Sin embargo, los gremios docentes advierten que el protocolo que preparó la Ciudad no garantiza un regreso a clases seguro. Con los casos confirmados en los dos primeros días, las tensiones en el inicio de este atípico ciclo lectivos sólo pueden agravarse.
El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, admitió los contagios. En la habitual conferencia de prensa de las mañanas, le preguntaron al funcionario si estaban confirmados. "Sí, por supuesto", respondió. Agregó que la Ciudad está trabajando en el aislamiento de las personas que estuvieron en contacto con ellos.
En medio de la polémica con los sindicatos por las medidas de seguridad tomadas para prevenir la circulación del virus en las aulas, Quirós minimizó el peligro. "Todos los encuentros que van haciendo los docentes en la planificación son de manera cuidada, son de muy bajo riesgo, de bajísimo riesgo", aseguró.
La consideración no alcanzó para llevar tranquilidad a los docentes. "Hay un problema en no haber hecho testeos previos al ingresos, porque este lunes muchos compañeros se presentaron a trabajar sin conocer su condición de salud, y al enterarse tarde de que son positivos se termina cerrando toda la institución. Los testeos, además, son voluntarios y es complicado hacérselos, porque de los tres centros de testeo anunciados sólo dos están en funcionamiento, dando turnos, uno en la sede de la Sociedad Rural y otro en la Usina del Arte. Sus horarios se superponen con los de trabajo y eso tampoco ayuda", señaló Mariana Scayola, dirigente de Ademys.
Para Scayola, "es muy difícil" que las clases presenciales comiencen con normalidad el miércoles. "Lo que demuestran estos casos es que el protocolo de la Ciudad es impracticable. Además de los contagios vemos que faltan elementos de limpieza, hay escuelas que están en obra con baños clausurados, porque el gobierno de la Ciudad está abriéndolas sin haber invertido en garantizar sus condiciones".
Ademys convocó a una asamblea docente para este jueves, a la que invitó a los otros sindicatos docentes además de a sus afiliados, para discutir medidas ante la situación.