Luego de la serie de reclamos de varios países europeos por retrasos en la entrega de vacunas contra el coronavirus, el laboratorio de biotecnología BioNTech empezó a producir la vacuna desarrollada con Pfizer en una nueva fábrica de Marburgo, Alemania. El objetivo es producir allí 250 millones de dosis de su vacuna BNT162b2 previstas para el primer semestre, a fin de distribuir las primeras a comienzos de abril.
El objetivo es aumentar el volumen de sus entregas en ese país, donde la situación es de tal gravedad que las duras restricciones sanitarias se extenderán hasta el 14 de marzo.
A través de un comunicado, el laboratorio alemán detalla que producirá sobre todo ARN mensajero (ARNm), el principio activo de ese inmunizante contra la Covid-19, en el que asegura que "un único lote de ARNm, en su tamaño actual, basta para producir ocho millones de dosis de la vacuna".
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) todavía tiene que aprobar esta línea de producción, en febrero y marzo, antes de que sea distribuida.
Biontech compró a la suiza Novartis sus laboratorios en Marburgo para aumentar la capacidad de producción de su vacuna BNT162 hasta 750 millones de dosis anuales. Hasta el momento, Pfizer y BioNTech aumentaron la capacidad de producción de su vacuna hasta 2 mil millones de dosis en el 2021 para responder a la demanda en todo el mundo.
"Las primeras vacunas producidas en la planta de
Marburgo deberían ser expedidas a principios de abril", según el
laboratorio, cuyo grueso de producción se encuentra actualmente en la ciudad
belga de Puurs y sus dosis van destinadas a clientes europeos.
El confinamiento a escala nacional se introdujo en Alemania el 2 de noviembre
de 2020. Las autoridades prorrogaron las restricciones en su tiempo hasta el 14
de febrero. No obstante, actualmente siguen cerrados todos los
establecimientos, excepto centros médicos, tiendas de comestibles y de
artículos domésticos y para animales, farmacias, bancos, quioscos de prensa y
oficinas de correos.
Se suspendieron las clases presenciales e introdujo las clases a distancia,
mientras que el trabajo de las guarderías corre a cargo de las autoridades
regionales. Además, siguen restringidas las reuniones en los hogares, que pueden incluir
solo a una persona que no habita en ese domicilio, mientras en el transporte
público y las tiendas está prohibido el uso de mascarillas de confección
casera.