El zaguero alemán Jerome Boateng abandonó este miércoles la concentración del Bayern Múnich antes de la final del Mundial de Clubes, después de que su ex novia, la modelo Kasia Lenhard, apareciera muerta en Berlín en la noche del martes, tras un aparente suicidio. El jugador había anunciado la ruptura del noviazgo con Lenhard hace una semana.
"Nos ha afectado mucho a todos", dijo el entrenador del Bayern, Hansi Flick, al ser consultado sobre las informaciones que indicaban que el ex internacional alemán iba a dejar Qatar para regresar de inmediato a Alemania. "Jerome me pidio autorización para regresar y se la concedí", explicó Flick en la conferencia de prensa previa al duelo del jueves ante Tigres de Monterrey.
"Jerome vino a mi habitación y me pidió que regresar a casa. Desde el lado del club, también cumplimos su deseo. Después de la prueba coronavirus, que necesita para entrar en Alemania, viajará a casa y no estará disponible para nosotros hasta nuevo aviso", comentó Flick sobre el caso.
Hasta el momento, la policía de Berlín sólo confirmó que la noche del martes fue llamada por la sospecha de suicidio a una casa en el barrio de Charlotenburg, aunque los medios alemanes aseguran que los policías encontraron una mujer muerta es Kasie Lenhard.
Lenhard, nacida en Polonia hace 25 años, tenía un hijo de una relación anterior y saltó a la fama en 2012 cuando ocupó el cuarto lugar en el reality show "Alemania busca la próxima supermodelo", dirigido por la ex modelo Heidi Klum. Su nombre había vuelto a los primeros planos en las últimas semanas tras su separación de Boateng, que el propio jugador oficializó el martes 2 a través de una historia de Instagram.
Lenhard había acusado a Boateng de infidelidades y de mentir, lo que había desatado una batalla en los medios de comunicación en la que también intervino la ex pareja de Boateng, Rebecca Silvera, quien en su momento era amiga de Lenhard y que luego la acusó de haberle robado a su novio.
"Como se supo por los medios, terminé mi relación con Kasia Lenhardt", comenzaba el descargo del futbolista, campeón del mundo en Brasil 2014. "A partir de ahora iremos por caminos separados. Es lamentable, pero para mi familia y para mí es el único camino correcto. Tuve que dar este paso y trazar una raya. Me disculpo con todos los que lastimé, especialmente con mi ex novia Rebecca y mis hijos", añadió el futbolista, que tiene tres hijos, las gemelas Soley y Lamia, fruto de su relación con Sherin Senler, y Jermar, de cinco años e hijo de Silvera.
"Yo también estoy decepcionado de mí mismo. Un hombre tiene que asumir la responsabilidad y actuar en beneficio de su familia, y es lo que estoy haciendo ahora. Le deseo a Kasia todo lo mejor", completó Boateng, que el año pasado afrontó un proceso por violencia de género, después de una denuncia presentada por Senler, la madre de sus dos hijas mayores.