Tras la desafectación de 400 efectivos de la Policía Bonaerense que participaron de la rebelión de septiembre pasado, el gobernador Axel Kicillof, remarcó que "se está cumpliendo el compromiso asumido de incrementar los salarios de la fuerza". "Muchos de ellos son ex policías exonerados por ladrones", que disputan la "caja millonaria" de la sindicalización, calificó el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, a los uniformados que nuevamente pretendían convocar a una rebelión policial. Además advirtió que, frente a esto, no se va a "hacer el distraído" ni "barrer la mugre abajo de la alfombra".
Durante un acto de entrega de patrulleros en Florencio Varela, Kicillof celebró la transformación de la fuerza policial que está llevando adelante la provincia. "Estamos invirtiendo en patrulleros, en comunicaciones. Estamos equiparando los salarios con las fuerzas federales", repasó. Como contraparte, aclaró, el gobierno pide algo "muy sencillo: dentro de la ley, todo; afuera de la ley, nada (...) Nosotros nos comprometimos y estamos cumpliendo. Esperamos exactamente la misma conducta de nuestra fuerza policial".
Luego de detallar los esfuerzos realizados en este último tiempo para mejorar las condiciones de trabajo de los uniformados, el gobernador se diferenció de su antecesora, María Eugenia Vidal. Recordó que la exmandataria mantenía a la Policía Bonaerense con "sueldos bajos, sin instrumentos de trabajo, pero mucha publicidad, mucho cartel, mucha propaganda, mucho periodismo cómplice, pero nada en la realidad".
"Se llenó la boca con el discurso de la seguridad y prometió subirle los sueldos a la fuerza, equiparla. Podemos decir que de lo que prometieron no hicieron nada", lanzó Kicillof, quien denunció que la gestión de Vidal "dejó patrulleros que eran un depósito de chatarra".
Fue Sergio Berni quien se refirió de forma directa a las protestas policiales convocadas para este jueves, a las que calificó como "un intento de desafiar nuestra Constitución, nuestras leyes, los reglamentos policiales". Y puntualizó, para no incluir a todos en la acusación: "Me refiero a este grupo minúsculo de personas que basándose en el anonimato y utilizando las redes sociales empujan o intentan empujar a aquellos incrédulos a desafiar y violar permanentemente nuestra Constitución y nuestras leyes".
Según Berni, "muchos de ellos son ex policías exonerados por ladrones". "¡Había que echar en los noventa a policías por ladrones, eh!", ironizó luego. Estos exuniformados, continuó, "intentan, bajo la excusa de que están muy preocupados por las condiciones de trabajo generar rebeldía, pero no les dicen la verdad (a la gente), no les dicen que lo que están disputando es una enorme caja, una caja millonaria que intentan hacerse por la sindicalización policial", algo que "la Justicia ya dijo que es inviable", manifestó el titular de la cartera de Seguridad.
Los miembros de ese sector, subrayó el funcionario, "no sólo desafían a un gobernador (Axel Kicillof), sino a cada uno de los ciudadanos que confiaron en él para que lleve adelante una tarea de reconstrucción después de décadas de desinversión" mediante un "sistema caduco, viciado hasta en sus procedimientos".
Luego Berni destacó que Kicillof haya asumido "la responsabilidad, por primera vez en la historia de Buenos Aires, de comenzar a equiparar los salarios de los hombres y mujeres de nuestra policía con los de las fuerzas federales. Ese es el camino que comenzamos el año pasado".
La ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, cuestionó la desición de avanzar con las sanciones a los uniformados y expresó que "Berni firmó un acta de compromiso que no iba a haber represalias. Hay que cumplir la palabra. Si él considera que tenía que haber represalias, las tendría que haber hecho en el momento".
Berni, en tanto, criticó "a esos hombres y mujeres que tanto reclaman", porque, según el ministro, "no los escuché alzar la voz en los cuatro años que pasaron cuando el gobierno de la provincia anunció aumentos faraónicos y no sólo no los cumplieron, sino que les ataron los sueldos a los de los docentes".
"Cuando asumimos, no tenían aumento y tenían un 30 por ciento de pérdida de poder adquisitivo. A esos que llaman a la rebelión no los escuché. ¿O será que su silencio tenía precio? No escuché a todos los voceros de las redes alzar la voz por estas condiciones laborales durante los cuatro años pasados", insistió.