El índice de salarios que calcula el Indec creció 1,8 por ciento mensual en diciembre y completó el 2020 con una suba del 33 por ciento. El avance mensual se desagrega en un incremento del 2,4 por ciento en el caso de los salarios del sector público, mientras que los trabajadores del sector privado registrados obtuvieron un alza del 1,6 por ciento y los del sector privado no registrado, del 1,2 por ciento.

En la comparación interanual, el incremento del 33 por ciento en el indice de salarios se explica por un avance del 39 por ciento en el caso de los trabajadores no registrados, que es sorpresivo porque se trata de un grupo de empleados que está en peores condiciones de negociación salarial que los registrados, cuyo aumento en el año es del 34,4 por ciento, mientras que el sector público obtuvo un 26,8 por ciento. 

La inflación de 2020 terminó según las cifras oficiales en un 36,1 por ciento, lo cual implica otro año de caída del poder adquisitivo. Si en el análisis se incluye también la pérdida de empleo, el cuadro de la masa salarial vuelve a registrar un fuerte deterioro, como pasó en 2018 y 2019. Para el gobierno, la mejora del poder adquisitivo del salario junto con una evolución positiva del empleo es una de las prioridades para 2021. "Necesitamos que la reactivación ya en marcha signifique más plata en el bolsillo de los trabajadores, por un lado con más empleo, y por otro con el salario real por encima de la inflación", dijo el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.

Este miércoles, la UIA publicó sus datos de empleo, que marcan que en noviembre el empleo asalariado registrado en la industria tuvo una suba de 0,3 por ciento mensual, lo cual equivale a 2968 puestos. "Con este desempeño y producto de la muy baja base de comparación luego de 4 años consecutivos de fuerte caída del empleo industrial, la novedad de noviembre fue la expansión del trabajo asalariado registrado industrial en la comparación interanual en un 0,3 por ciento, lo que equivale a 3386 puestos", indicó la central fabril.

"Si bien la suba del empleo se relaciona con la recuperación de la actividad industrial de los últimos meses, también se vincula con el elevado porcentaje trabajadores dispensados del deber de asistir al lugar de trabajo y prestar tareas, lo cual deriva en un aumento del empleo temporal en industrias con mayor actividad. Hay un signo de recuperación moderado, aunque todavía hay dificultades relacionadas con la debilidad de la demanda, la incertidumbre macroeconómica y las regulaciones vigentes sobre el mercado de trabajo", aclara el informe.

La UIA no desaprovechó la oportunidad para reiterar su queja por el esquema anti-despidos que el gobierno inauguró con la pandemia y que por ahora sigue en pie. A pesar de describir un escenario relativamente positivo en materia de empleo industrial, la UIA dice que "la prórroga del esquema de prohibición de despidos y suspensiones sumada a la doble indemnización plantean un escenario de incertidumbre que obtura la recuperación del empleo industrial y la recuperación genuina del mercado laboral formal".

A diferencia de la situación de la industria, el panorama general del empleo en noviembre mostró una caída de 224 mil puestos en la comparación anual. La baja interanual generalizada fue liderada por el empleo en la construcción, el cual mostró un derrumbe del 18,4 por ciento, equivalente a 76,7 mil puestos. Otros sectores que registraron caídas considerables fueron hoteles y restaurantes (-49,5 mil puestos) y educación (-37,2 mil puestos). 

La UIA recordó que las expectativas sobre la evolución del empleo para los próximos 3 meses volvieron a ser negativas en diciembre y se interrumpió la suba de los últimos meses.